El pasado reciente de Vilalba reaparece en más de 200 fotos

LUGO

Una exposición del Iescha analiza la expansión de la villa en 40 años

28 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La historia reciente de Vilalba, tomando como referencia los últimos 40 años, es la historia de una expansión. La época contemporánea rompió los corsés medievales y acercó la localidad a los ejes de comunicación entonces incipientes. El cruce de la carretera Madrid-Ferrol, que se apartaba en Rábade de la N-VI, con la vía A Coruña-Asturias, convirtió la situación de Vilalba en sinónimo de valor añadido.

Pero si el crecimiento de la época contemporánea fue, dicho en términos médicos, el estirón propio de una adolescencia, lo ocurrido en las últimas décadas parece más bien el aumento que precede a la madurez. La anterior adolescencia y la actual madurez pueden verse estos días, separadas y a la vez juntas, en un espejo retrospectivo instalado por el Instituto de Estudos Chairegos (Iescha) en el auditorio municipal.

Un total de 236 fotos -una mitad data de 1968 y la otra fue tomada en meses pasados- forman la exposición Testemuñas de cambio , que aparece ante los ojos de los visitantes estructurados en doce apartados: la carretera -nombre que recibía la parte de travesía que hoy lleva el nombre de rúa da Pravia-, Campo de Puente, la alameda y el campo de la feria, Chouzana y Casas Baratas, la carretera de Meira, As Fontiñas y Guadalupe, Calvario y Os Castros, la torre de los Andrade y su entorno, la carretera de Ferrol y Catro Camiños, Porta de Cima y As Pedreiras, Ferrería y el campo de San Juan y las calles San Roque y Nova son los capítulos en los que se divide la exposición.

La expansión de estas últimas cuatro décadas ha significado la unión de zonas de las afueras que antes estaban separadas. Así ocurre, por ejemplo, con las salidas hacia Meira y Lugo, enlazadas ahora por varias calles e integradas dentro del centro urbano tras haber marcado antaño el final de la localidad. El estadio Roca y el antiguo cementerio, que cambió de ubicación, son hoy parte del casco urbano cuando hace décadas no aparecían aún viviendas en sus cercanías.

Tránsito

La exposición, inaugurada el pasado fin de semana, supone en cierto modo una continuación de actividades realizadas por el Iescha en años pasados, en los que organizó varias exposiciones fotográficas bajo el título Tal como eramos . Sin embargo, en esta se pretende recoger el pasado y además generar un estado de ánimo que anime a los vecinos a reflexionar sobre el futuro de la localidad partiendo del pasado inmediato: así lo sostiene, en el prólogo del catálogo de la exposición, el presidente del Iescha, José Luis Novo Cazón, que menciona la situación actual de Vilalba como el tránsito de una villa que va camino de convertirse en una pequeña ciudad.

En este tránsito, además, resultará decisivo un documento, el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), de igual modo que ya son visibles los resultados del plan de rehabilitación. Y no se puede olvidar que la exposición está instalada en un edificio, el auditorio municipal, que se ha convertido, una década después de su construcción, en uno de los símbolos de la Vilalba actual.