Una multitud celebra los 25 años de la Feira do Viño en Chantada

Carlos Cortés
Carlos Cortés CHANTADA

LUGO

El recinto se llenó a última hora de la mañana y al anochecer El conselleiro de Medio Rural cortó la cinta inaugural antes del pregón de Francisco González

10 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

?hantada se zambulló ayer de cabeza en el barullo de la Feira do Viño. El anticipo del viernes terminó con fiesta nocturna en la carpa de las bodegas y en los bares de la localidad, pero ayer Chantada estuvo patas arriba todo el día. Como mandan los 25 años de tradición de la fiesta, el recinto de la calle Xoán XXIII se llenó a última hora de la mañana y desde que el sol empezó a ponerse ya era poco menos que un milagro encontrar sitio para pedir un vino en los puestos de las dieciséis bodegas participantes. Por la mañana, la expectación por la visita del presidente del BBVA eclipsó un tanto el desfile de políticos que siempre preside la inauguración oficial. Aunque lo cierto es que este año hubo algunos menos de lo habitual. Entre los que vinieron, al conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, le tocó cortar la cinta inaugural y hablar en el palco antes del pregón de Francisco González. El conselleiro apenas recurrió a los papeles en los que traía escrito su discurso. Recordó la reciente implantación del contrato homologado, del que dijo que se habían firmado 470 esta campaña en la Ribeira Sacra, y dijo que la creación de un modelo estable de relación entre bodegueros y viticultores permite al sector y las instituciones concentrar esfuerzos en «mellorar canles de comercialización e promoción». Además, anunció un plan específico de accesos para las zonas productivas de la Ribeira Sacra. En su intervención posterior, el alcalde, Manuel Varela, le tomó la palabra y pidió a la Xunta un mayor esfuerzo inversor en esta comarca. Este año tampoco faltó una referencia jocosa del alcalde a la dicotomía alcohol-coche: «Comendo ben, un corpo normal aguanta unha botella de viño e é posible conducir, pero se resulta que vos fan un control e dades de máis, deixade o coche, seguide bebendo e quedade a durmir en Chantada». Eran las dos. Muchos ya habían empezado a comprobar si tenía razón.