TRIBUNA | O |
03 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.PARECE razonable que cualquier lucense de bien quiera un auditorio en su ciudad. Pero hay un tufillo en el aire que indica lo contrario. ¿Cómo se explica sino que una asesoría de la Unesco filtre a los medios de comunicación un informe crítico al día siguiente de que Patrimonio y Urbanismo de la Xunta acuerdan construir el auditorio de Lugo? Tras el acuerdo definitivo el jueves por la tarde, alguien filtra este informe crítico el viernes. ¿Lanzar humo para difuminar el posible rédito electoral de Orozco? ¿O incluso asustar a la Xunta con la palabra Unesco para que se vuelva atrás y no adjudique la obra? ¿Serán más necesarios esos 12 millones de euros en el monte Gaiás de Santiago que en Lugo? Ningún ingenuo se cree que esa asesoría de la Unesco tenga gran interés en defender el edificio de San Fernando precisamente esta semana, cuando lleva años sin hacerlo. Tan extraño como el informe, -no vinculante y firmado únicamente por la presidenta del comité español del Icomos en Madrid- es su inicio: «Ante la polémica surgida en la ciudad de Lugo...». En breve sabremos por qué la presidenta de ese ente en Madrid sigue tan de cerca las polémicas de Lugo. Pero no es sólo el caso del auditorio. Hay otros tufillos en el aire que huelen a tierra quemada para la ciudad con tal de defenestrar al rival político. ¿Por qué el plan general de urbanismo tropezó con argumentos de tanto peso como que debe estar en papel y no en CD? ¿Por qué el puente que todo el mundo ansiaba -hasta el BNG se apuró a adelantarlo como obra maravillosa- ahora tiene un grave problema de cien metros a derecha o izquierda. ¿Por qué el viejo hospital...? ¿Será que vivimos en la subcultura del NON o que hay muchos que ocultan faja y faca bajo la corbata de político? Hacer política es dar alternativas, en tiempo y forma. Lo otro parece más bien obstruir.