Piedras señoriales en Rosende

C. Rueda | F. Albo MONFORTE

LUGO

FOTOS: CARLOS RUEDA

Un notable atractivo monumental y paisajístico caracteriza a una conocida parroquia de Sober Dos pazos y una iglesia con un viejo priorato se concentran en un reducido espacio

01 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El pueblo soberino de Rosende, conocido en los últimos años por su escuela de hostelería, ofrece un importante atractivo paisajístico y monumental que justifica plenamente una visita. La localidad se encuentra a cuatro kilómetros de Sober, por la carretera que lleva a Santo Estevo de Anllo y Arroxó, tomando un desvío a la derecha en el kilómetro 3. La visita puede comenzar por la iglesia de San Miguel, que al parecer tiene su origen en un monasterio benedictino existente al menos desde el año 1246. Durante un tiempo dependió del monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil. La iglesia, de llamativa arquitectura, ha sido reconstruida en diversas ocasiones y del primitivo edificio apenas quedan restos: solamente una ventana ajimezada con arco de medio punto, encastrada en una llamativa torre llamada de las campanas. En el interior se guarda un interesante retablo mayor de estilo rococó con dos alturas. Llama también la atención el edificio anexo del antiguo priorato, con una balconada de estilo señorial. Casa Grande A escasa distancia de la iglesia parroquial está la Casa Grande de Rosende, construida en 1511 y ampliada a finales de 1700. El edificio fue afectado seriamente en noviembre del pasado año por un incendio que destruyó algunas de las numerosas piezas de valor artístico e histórico que en él se guardaban, pero en la actualidad se encuentra restaurada. La construcción conserva los los elementos principales de la arquitectura rural gallega de tipo señorial, como una capilla, una lareira una biblioteca y un amplio corredor de madera que enmarca un vistoso patio empedrado situado en la parte posterior. La Casa Grande de Rosende fue convertida hace tiempo en un hospedaje de turismo rural, función que hoy sigue cumpliendo con notable éxito de visitantes.