Un incendio cercano a Lugo movilizó siete aeronaves

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Las llamas arrasaron una gran extensión de pinos El vertedero de basuras de Baralla volvió a arder en la jornada de ayer

11 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

?os servicios de extinción de incendios de la Xunta enviaron a Santa María Madanela de Adai (Lugo) a siete aeronaves para sofocar un incendio que afectó a una masa forestal en la tarde de ayer. Las llamas fueron detectadas sobre las tres y media de la tarde y aunque, en un principio, no aparentaban gran espectacularidad fueron aumentando como consecuencia del viento del norte. A las siete y media de la tarde el incendio todavía estaba activo. Vecinos de la parroquia explicaron que no se plantearon problemas para las casas. Las más próximas eran las del núcleo de Ferreiro pero quedaron a salvo porque la dirección del viento hizo que las llamas fueran en sentido contrario. Además de los medios aéreos, en la extinción participaron tres motobombas, cuatro brigadas y un agente. El servicio municipal de Protección Civil también desplazó al lugar diverso personal. Carroceta municipal En las últimas horas de la mañana de ayer se declaró un nuevo incendio en el vertedero de basuras de Baralla. El BNG de la localidad informó de que tuvo que desplazarse al lugar la carroceta municipal para evitar que el fuego se propagase a los terrenos contiguos. Los nacionalistas aprovecharon para reclamar una solución definitiva al vertedero. En tal sentido pidieron al alcalde «que se deixe de promesas repetidas» y que le de una solución definitiva y urgente a la situación, «trasladando o lixo á planta de transferencia e selando o vertedoiro, co fin de evitar os repetidos incendios que nesta época do ano poden agravar as súas consecuencias». Para el BNG, el potencial económico y ambiental del río Neira, al que está pegado el vertedero, «merece unha actuación decidida que aposte por eliminar este foco de contaminación». Sostiene la formación que es necesario que el equipo municipal de gobierno apueste en serio por la recogida selectiva, «co obxectivo de reducir o nivel de residuos que se vai levar á planta de transferencia e dese xeito reducir as subas das tarifas». El alcalde, en un pleno, anunció que el vertedero iba a ser cerrado antes del verano y que en el mismo se depositaban mensualmente entre 40 y 50 toneladas de basura. Los nacionalistas habían preguntado al regidor, a su vez, si conocía las causas de los frecuentes incendios y éste respondió, siempre según la versión del BNG, que en ocasiones eran motivos de tipo natural y otras era consecuencia de la combustión de las basuras que muchas veces eran quemadas bajo control. El vertedero genera constantes quejas de la oposición. Es frecuente que en el mismo aparezcan habitualmente animales muertos. El alcalde dijo al respecto que era inevitable, lo mismo que sucedía en otros puntos del municipio.