El centro de la ciudad estuvo colapsado y muchos conductores tardaron más de media hora en poder salir Las casetas del pulpo tuvieron colas hasta pasadas las 4 de la tarde
05 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.?a capital lucense vivió ayer un día de San Froilán multitudinario en cuanto a asistencia de público. El centro de la ciudad fue un hervidero humano y quedó colapsado por momentos. El tráfico fue un caos y aparcar una verdadera odisea. Algunos automovilistas tardaron más de media hora en poder salir. Un autobús de línea que partió a las ocho de la tarde, media hora después apenas había conseguido recorrer un kilómetro. La afluencia de festeros comenzó a notarse antes del mediodía. Desde primera horas llegaron numerosos autobuses de diferentes puntos de Galicia e, incluso, arribó uno con 40 turistas alemanes. El buen tiempo, aunque por la mañana la temperatura fue más baja de lo que suele ser habitual en estas alturas del año, favoreció la marea humana que no cesó a lo largo de todo el día. Los actos comenzaron con la apertura de la puerta del Campo Castelo por parte del profesor de los Maristas, Manuel Barreiro. Se hizo acompañar por dos de sus alumnas que leyeron poemas y un cuento. Recordó que un alcalde de finales del siglo XIX mandó «facer un burato para que os presos puidesen chegar ó cárcere». A las doce comenzó en la catedral la misa en honor al patrón a la cual asistió buena parte de la corporación municipal. El alcalde, acompañado de varios jóvenes vestidos con trajes gallegos, hizo una ofrenda de productos del campo al santo patrón de la ciudad. «Atrevido profeta» El obispo de la diócesis, encargado de la homilía, recordó a San Froilán y dijo que sus raíces estaban en la ciudad, aunque su sepulcro se encontrase en León. El prelado lo definió como «sabio, gran predicador y atrevido profeta». Recordó que había sido educado en la escuela catedralicia de Lugo que estaba en el Regueiro dos Hortos, donde hoy se asienta la iglesia del Carmen. El ferial y las calles del centro estuvieron en todo momento atestadas de público. Antaño tal día como ayer era jornada de feria y acudían a la ciudad centenares de vendedores, especialmente de ganado. Todo se perdió. Ayer únicamente se presentaron dos vendedores de cestos, como ya venía siendo habitual en los últimos sanfroilanes. Colas en el pulpo Barracas y pulpo fueron las estrellas de la fiesta. En ambos casos hubo abarrotes hasta bien entrada la noche. A las cuatro de la tarde todavía había colas para poder entrar en algunas de las cinco casetas instaladas en el primer bancal del parque de Rosalía de Castro. Las pulpeiras no dieron abasto. Lo mismo sucedió en los restaurantes y casas de comidas que trabajaron a tope. La jornada finalizó con los conciertos de Fangoria y Amparanoia y con una sesión de fuegos de artificio. El programa para hoy, fiesta local en el municipio lucense, prevé para las once de la mañana, la apertura de la porta de Bispo Aguirre, a cargo del obispo. Por la noche actuarán Los Suaves, a las ocho y Mercedes Peón, a las diez. Ambos conciertos son gratis.