La infanta Elena y su esposo inauguraron la restaurada capilla de San Froilán

E.G.S. / B.L. LUGO

LUGO

ÓSCAR CELA

El obispo destacó el papel que jugaron los Duques de Lugo para conseguir financiación para las obras La segunda etapa de la visita que en la tarde de ayer hicieron los Duques de Lugo a la ciudad fue la catedral. Unos minutos antes de las 16.30 horas, la infanta Elena y su esposo Jaime de Marichalar, salieron de la casa consistorial, acompañados por la comitiva oficial, y por el cantón de la Praza Maior se desplazaron a pie, arropados por numerosos lucenses, hasta el templo catedralicio. A la altura de la calle Doctor Castro, los Duques de Lugo se pararon a saludar a Hilda Rodríguez, la minusválida lucense que fue campeona olímpica de boccia. Los restauradores de la capilla explicaron los distintos aspectos de las obras ejecutadas.

12 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

En la catedral, los Duques de Lugo oraron ante el Santísimo. Ya en la capilla de San Froilán, el obispo, fray José Gómez, dijo que la diócesis y el cabildo se sentían «dichosos» por tener allí a la infanta Elena y a su esposo. Indicó que la capilla tiene ahora un aspecto distinto, una vez restaurada, del que tenía en la anterior visita. Aludió al papel que jugaron los Duques en la restauración. Recordó las obras que se hicieron en otros bienes de la Iglesia gracias al convenio con la fundación de Caixa Galicia. El arquitecto Alonso Montero y la restauradora Blanca Besteiro explicaron el trabajo hecho.