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Cómo evitar el avance de la miopía en tus hijos

Lo más importante es detectar el problema y actuar lo antes posible

18 oct 2019 . Actualizado a las 16:12 h.

La miopía es un defecto de refracción del ojo que provoca que la visión lejana sea borrosa, siendo la visión cercana normal. Aquel que goce de una visión normal, puede pensar que se trata de poco más que una mínima molestia. Pero la realidad es que, el hecho de sufrir una disfunción en el que se considera como el sentido más importante, supone una carga notable y constante.

Existen infinidad de situaciones en las que un defecto de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) tiene un efecto negativo sobre la calidad de vida de quien lo sufre. En primer lugar, siempre hay que estar pendiente de llevar las gafas o lentillas con uno mismo. Pero aun llevándolas, el hecho de depender de ayudas visuales puede hacer que actividades cotidianas como practicar deporte, ir a la playa, tomar una bebida caliente o caminar un día lluvioso, lleguen a convertirse en momentos poco agradables.

Por otra parte, la miopía es un factor de riesgo de enfermedades oculares, al incrementar la posibilidad de padecer otras alteraciones como glaucoma, cataratas o desprendimiento de retina. En general, en miopía alta (de más de 6 dioptrías), el riesgo de desprendimiento de retina se multiplica por 3, el de maculopatía miópica por 9 y el de glaucoma por 4. En términos de riesgo general, incluso los niveles bajos de miopía parecen ser tan peligrosos para la salud ocular como fumar o sufrir de hipertensión pueden serlo para la salud cardiovascular en general.

Gracias a los últimos avances e investigaciones, se han descubierto ciertos hábitos y tratamientos que permiten frenar el avance de la miopía en los niños, así como las molestias y riesgos derivadas de la misma. Pero para que surtan el efecto deseado, lo más importante es detectar el problema y actuar lo antes posible.

¿Cómo detectar la miopía en los niños?

En general, cuando aparece en adolescentes y adultos jóvenes, estos se quejan de visión borrosa y acuden al oftalmólogo. Pero, en el caso del diagnóstico de la miopía en niños, la responsabilidad recae principalmente sobre los padres; estas son algunas de las claves:

  • La miopía puede aparecer desde los cinco o seis años. También es frecuente que lo haga cuando los niños pasan a la preadolescencia, a los once o doce años, lo que conocemos como el «estirón».
  • En el colegio el niño no ve bien la pizarra e incluso solicita sentarse en un lugar más próximo. El profesor debe informar de este síntoma claro a los padres, ya que una miopía no diagnosticada puede ser causa de fracaso escolar.
  • El niño se acerca mucho para ver la televisión, o guiña los ojos. Los padres han de estar atentos a este tipo de detalles que se manifiestan cotidianamente.
  • Tiene un componente genético, los padres miopes han de estar especialmente alerta a la posibilidad de desarrollo de miopía en sus hijos y llevarlos a revisión oftalmológica a partir de los cuatro años de edad

¿Cómo se frena su avance?

Con el fin de evitar la necesidad de gafas, o de otras acciones correctoras futuras, y sobre todo para evitar los riesgos comentados anteriormente, en los últimos años ha habido un interés creciente por investigar y desarrollar estrategias para prevenir la progresión de la miopía.

A día de hoy, existen dos medidas cuya efectividad está contrastada: el colirio de atropina y el incremento del tiempo de actividades al aire libre.

El colirio de atropina

El colirio de atropina al 0.01% es, según una revisión realizada por la Academia Americana de Oftalmología, el método más eficaz para frenar el avance de la miopía.

La atropina es un fármaco ya conocido, que se viene utilizando desde hace años, en concentraciones mayores, para la dilatación previa de la pupila necesaria para graduar correctamente la vista y realizar otras exploraciones oculares.

Se ha comprobado, a través de importantes estudios realizados en China a lo largo de cinco años, que la aplicación diaria de atropina reduce en un 50% el avance la miopía con respecto a aquellos niños no sujetos al tratamiento.

El tratamiento es tan simple como la aplicación de una gota de colirio todas las noches en cada ojo y no provoca efectos secundarios, como los deslumbramientos que se producen cuando este colirio se aplica en dosis superiores.

Las actividades al aire libre. El papel de la luz violeta

Se ha demostrado que, el inicio y la progresión de la miopía, pueden detenerse incrementando el tiempo de actividades al aire libre a más de dos horas al día.

¿Y por qué ocurre esto? Un grupo de investigación japonés ha demostrado recientemente que, el factor que conecta las actividades en el exterior con el freno de la progresión de la miopía es la luz violeta, una parte de la luz visible. Se comprobó que un grupo de jóvenes miopes, usuarios de lentes de contacto que permitían el paso de este tipo de luz, presentó una menor progresión de la miopía que otro grupo que usaba lentes de contacto que no lo permitían.

La luz violeta se encuentra presente sólo en exteriores con luz natural, lo cual explica el efecto preventivo de las actividades al aire libre sobre el desarrollo de la miopía. La luz artificial no contiene luz violeta, que además es filtrada por ciertos cristales de ventanas y gafas diseñados para no permitir su paso. Por ello se está estudiando el desarrollo de fuentes de iluminación que contengan luz violeta y cristales que permitan su transmisión.

Siendo así y puesto que desarrollar actividades al aire libre tiene otros muchos beneficios; como la reducción de la obesidad, aspectos psicosociales o el ejercicio físico, es muy recomendable que estas actividades formen parte de la rutina de los niños.

La mejor opción para frenar el avance de la miopía es la adecuada combinación entre la aplicación del colirio de atropina y el aumento de las actividades al aire libre

Somos muy conscientes de la importancia que, como padre o como madre, le da al bienestar de sus hijos. Por eso, si ha detectado algún indicio que pueda indicar un problema visual, queremos tranquilizarle, invitarle a que conozca el Instituto Oftalmológico Victoria de Rojas, y asegurarle que puede confiar en nosotros la salud visual de sus hijos.

La Dra. Victoria de Rojas es la Directora Médica del Instituto Oftalmológico Victoria de Rojas, vocal de la Sociedad Española de Cirugía Implanto Refractiva (SECOIR) y Jefe de Servicio de Oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.