Cuidados de la piel durante el invierno
La bajada de las temperaturas produce deshidratación, aumentando la sequedad y favoreciendo enfermedades como los eccemas, dermatitis atópica o la rosácea
21 oct 2019 . Actualizado a las 18:48 h.Hoy en día, todos tenemos clara la importancia del cuidado de la piel durante el verano, cuando la radiación ultravioleta del sol es más potente y estamos más expuestos, ya que aumenta el riesgo de quemaduras y nos preocupa el cáncer de piel. Sin embargo, mucha gente desconoce la importancia del cuidado de la piel durante el resto del año, especialmente durante los meses de invierno y la idoneidad de estas fechas para llevar a cabo determinados tratamientos, sobre todo aquellos que implican el uso de láser y que llegado el verano no es conveniente llevar a cabo.
En primer lugar debemos tener en cuenta que son muchos los factores que favorecen la aparición de enfermedades de la piel durante los meses de frío. La bajada de las temperaturas produce deshidratación y favorece la aparición de eccemas, dermatitis atópica o la rosácea. Los cambios de temperatura bruscos entre zonas exteriores e interiores también incrementan esta deshidratación, favoreciendo además la dilatación súbita de los vasos faciales, especialmente en las mejillas con enrojecimiento y sensación de calor. También enfermedades como la psoriasis o el acné empeoran, ya que en el verano, la playa y el sol suelen mantenerlas a raya.
Las consultas en invierno no son solo por enfermedades de la piel, sino que un gran número de pacientes se queja también de un empeoramiento en la «calidad» cutánea durante estas fechas: picores, sequedad, tirantez y falta de brillo son los problemas más acusados. Además, en la práctica diaria nos encontramos con pacientes que abusan de cremas y cosméticos -en ocasiones por un consejo erróneo- o que utiliza cremas inadecuadas para su tipo de piel. Por ejemplo, es frecuente ver gente con descamación facial utilizando cremas muy grasas pensando que las escamas son síntoma de sequedad cuando, en realidad, pueden estar ocurriendo por un exceso de grasa.
Lo bueno es que en invierno, la menor exposición solar y la escasez de eventos sociales hacen que esta época sea la ideal para realizar determinados tratamientos que nos permitan lucir una piel sana, hidratada, cuidada y libre de manchas durante el resto del año. Tratamientos que implican el uso de láser como la depilación, eliminación de manchas, rosácea o arrugas, así como la extracción de lunares o quistes, la quimioexfoliación e incluso determinados tratamientos domiciliarios,es recomendable realizarlos durante los meses de menor exposición solar: finales de otoño, invierno y principio de la primavera. Sin embargo, vemos a muchos pacientes acudir a consulta al inicio del verano y se encuentran con que no pueden realizar los tratamientos o, si lo hacen, es de forma incompleta y con resultados subóptimos.
Además, cuando la motivación para tratar la piel es la asistencia a un evento, es recomendable realizar cualquier tratamiento con una antelación mínima de dos semanas, ya que podemos encontrarnos con sorpresas desagradables como alergias, reactivaciones de herpes o irritación por intolerancias, que requieran tiempo para corregirse.
Las claves
- Si tienes problemas dermatológicos como acné, psoriasis, eccemas, dermatitis atópica o rosácea, acude los primeros meses de otoño e invierno para reevaluar la piel y prevenir el empeoramiento que suele suceder en los meses del frío.
- Para mantener la salud de la piel es necesario realizar una correcta hidratación, evitar usar cremas y productos cosméticos innecesarios que pueden fomentar la irritación. En Galicia, no suele ser necesario aplicar fotoprotector a diario entre los meses de Noviembre y Marzo, pero puede ser recomendable para determinados tipos de piel, gente que trabaja en exteriores o pasa mucho tiempo al aire libre y ante cualquier duda lo mejor es acudir al dermatólogo.
- Muchos tratamientos para mejorar la calidad de la piel, textura, manchas o arrugas no deben realizarse al final de la primavera y el verano, además requieren varias sesiones por lo que es recomendable empezarlos durante los primeros meses del año.
- No realizar tratamientos nuevos las dos semanas previas a algún evento, ya que incluso tratamientos suaves pueden producir alergias u otras respuestas indeseadas.
- Aunque por su popularización lo parezca, cualquier tratamiento sobre la piel es delicado y no está exento de riesgo, por eso es recomendable llevarlos a cabo en un centro médico especializado, donde recibirá un trato responsable y donde podrán resolver cualquier eventualidad inesperada que pueda surgir.