Sober, primer concello del sur de la provincia con refugios para los gatos callejeros
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El taller de empleo local fabricó diez cajas con este objetivo
17 feb 2023 . Actualizado a las 20:33 h.El Ayuntamiento de Sober es el primero del sur de la provincia que instalará cajas destinadas a servir de refugio a los gatos callejeros. La iniciativa se ha desarrollado en colaboración con la asociación Miau Lemos —con base en Monforte—, que se dedica a promover el bienestar de los felinos abandonados. A petición del gobierno local, el taller de empleo que Sober comparte con los municipios de Pantón y O Saviñao fabricó diez cajas térmicas de porexpán. Cuatro de ellas serán instaladas en distintos puntos del casco urbano frecuentados por los gatos callejeros. Las otras seis fueron cedidas a la asociación, que las colocará en diferentes lugares.
El objetivo de estos refugios es proporcionar abrigo a los gatos en las épocas más frías del año para mejorar sus condiciones de vida y para reducir la posibilidad de que se guarezcan en los bajos de los coches, con lo que pueden sufrir accidentes mortales. El presidente de Miau Lemos, Isaac Rey, señala que en otros municipios gallegos ya se han instalado este tipo de cajas. «Las hay, por ejemplo, en Santiago, Vigo y A Coruña, pero es muy atípico que este se haga en un municipio pequeño», explica. «En las localidades con menor población la problemática de los gatos callejeros es la misma, con la diferencia de que el número de animales abandonados lógicamente es mucho más reducido», añade.
El alcalde de Sober, Luis Fernández Guitián, señala que la idea de fabricar estos refugios surgió en un encuentro con el presidente de Miau Lemos y con algunos vecinos del municipio que pidieron al Concello que tomase medidas de protección para estos animales. «Pareceume unha boa idea e pedinlle ao obradoiro de emprego que fabricase unha serie de caixas, o que se fixo despois de estudar diferentes modelos», apunta. La elaboración de estos refugios, dice asimismo el regidor «é algo moi fácil de realizar e non resulta custoso, e para levar a cabo unha medida deste tipo só se necesita ter vontade de facelo».
Dos años esterilizando cientos de animales abandonados en la comarca de Lemos
La asociación Miau Lemos inició su andadura en enero del 2021. Una de sus principales actividades consiste en capturar gatos callejeros para esterilizarlos y ponerlos de nuevo en libertad. «Todavía son muy pocos los propietarios de gatos que se preocupan de tomar esta medida y por eso siguen apareciendo muchas camadas indeseadas de gatos sin hogar», dice Isaac Rey.
Un año después de su fundación, los voluntarios de la asociación habían esterilizado unos 230 gatos callejeros en Monforte. Desde entonces ha continuado con esta actividad, extendiéndola a otros municipios de la comarca de Lemos, como Sober, O Saviñao y Bóveda. «Ahora no puedo precisar cuántos gatos esterilizamos durante el último año, pero en todo caso son muchos», señala el presidente. «Las esterilizaciones cuestan bastante y las pagamos con nuestro propio dinero y con donaciones que recibimos, porque no tenemos ninguna ayuda oficial», agrega. Las personas que deseen contribuir a financiar estas iniciativas pueden efectuar donativos en una cuenta bancaria que figura en los perfiles de la asociación en Facebook e Instagram.
Solo para concienciación
Las subvenciones que concede la Xunta a las asociaciones como Miau Lemos, dice además Isaac Rey, se destinan solo a financiar campañas de concienciación y no se pueden emplear en esterilizaciones o en fabricar e instalar refugios para gatos. Los ayuntamientos, añade, «normalmente solo se preocupan por los perros callejeros, pero no se acuerdan de los gatos a pesar de que hay muchos abandonados en las calles».
Isaac Rey advierte por otro lado que la nueva ley estatal de bienestar animal, una vez que entre en vigor, obligará a los ayuntamientos a tomar medidas para la protección de los gatos callejeros, por lo que tendrán que capturar animales para esterilizarlos. «Si la mayoría de los dueños de gatos se preocupasen de llevarlos al veterinario para castrarlos, este problema no desaparecería del todo, pero se reduciría muchísimo», añade.
