Fallece José Fernández Rodríguez, párroco de Doade durante más de medio siglo

SOBER

José Fernández Díaz (a la izquierda) con el obispo Alfonso Carrasco, durante una misa celebrada en la iglesia parroquial de Doade con motivo de sus cincuenta años de sacerdocio
José Fernández Díaz (a la izquierda) con el obispo Alfonso Carrasco, durante una misa celebrada en la iglesia parroquial de Doade con motivo de sus cincuenta años de sacerdocio ALBERTO LÓPEZ

El funeral y el entierro se oficiarán este miércoles en Lugo, donde el sacerdote residía desde hace años

20 dic 2022 . Actualizado a las 20:34 h.

El Ayuntamiento de Sober expresó sus condolencias por el fallecimiento de José Fernández Rodríguez, que fue párroco de Doade durante más de medio siglo y atendió además a otras parroquias del municipio. El sacerdote, de 86 años de edad, falleció este lunes en Lugo, donde residía desde hace varios años en compañía de sus familiares. La capilla ardiente está instalada en la sala número 7 del tanatorio Velatorios Lucenses. A las 19.30 horas de este lunes se oficiará una misa en su memoria en la capilla del tanatorio.

El cortejo fúnebre saldrá a las once de la mañana del miércoles de este tanatorio y se dirigirá a la la iglesia parroquial de San Francisco Javier, donde se oficiará un funeral a las 11.30 horas. El entierro tendrá lugar después en el cementerio municipal de San Froilán.

Natural de Moreda, en el municipio de Folgoso do Courel, José Fernández Rodríguez inició su labor sacerdotal en Peites —, en Ribas de Sil—, donde permaneció tres años. Posteriormente se trasladó a Doade. Además de esta parroquia, se ocupó de las de San Martiño de Anllo, Amandi, Barantes, Brosmos, Bulso, Figueiroá, Lobios, Pinol y Santiorxo, así como de la de Marcelle, en Monforte. En mayo del 2010 se celebró en la iglesia de Doade una misa —cooficiada por el obispo Alfonso Carrasco Rouco— con motivo de los cincuenta años de sacerdocio de José Fernández, quien por entonces ya llevaba 47 años residiendo en la parroquia. A la celebración asistieron los alcaldes de Sober y Monforte, además de la entonces delegada territorial de la Xunta, Raquel Arias, que le entregó una placa conmemorativa en nombre de sus feligreses. El obispo lo distinguió además con una medalla en reconocimiento a su labor pastoral y social. El Ayuntamiento de Sober lamentó su fallecimiento, señalando que se trataba «dun home moi querido en todo o concello».