El Ayuntamiento, promotor de obras en Sober para que los jóvenes no se vayan del municipio

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

SOBER

Vivienda de la parroquia de Proendos rehabilitada por el Ayuntamiento de Sober
Vivienda de la parroquia de Proendos rehabilitada por el Ayuntamiento de Sober CEDIDA

Adquirió varias casas que acondiciona para ofrecer alquileres de viviendas a bajo precio

15 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una pareja joven es todo un lujo en cualquiera de los concellos del sur de la provincia de Lugo, que actualmente superan sin excepción la media de edad de 50 años entre sus vecinos. Dentro de lo malo, Sober ofrece los mejores indicadores en los últimos diez años. Al menos, es el que mejor resiste porcentualmente la sangría demográfica. El alcalde, Luis Ferrández Guitián, no quiere que se tuerza esa racha. «Hai moitos matrimonios de xente nova que non están en condicións de mercar ou rehabilitar unha casa», apunta. A ellos se dirigen fundamentalmente las obras de acondicionamiento de viviendas que promueve el Ayuntamiento en diferentes puntos del municipio.

El Ayuntamiento de Sober acaba de licitar, por un presupuesto de partida de 79.968 euros, las obras para rehabilitar una edificación del lugar de Vilamaior, en la parroquia de Refoxo. Cuando concluyan las obras, allí habrá dos viviendas disponibles que se ofrecerán en alquiler en condiciones económicas ventajosas. La ordenanza municipal que regulará el acceso a estas viviendas está pendiente de aprobación, pero el alcalde avanza que tendrán prioridad «os matrimonios de xente nova con fillos».

También está previsto, según indica, que alguna de ellas pueda destinarse a casos «de xente con poucos recursos económicos». El texto de la nueva ordenanza que regulará el acceso a estos alquileres está siendo ultimado por el secretario municipal. Si se cumplen los plazos previstos, a comienzos de año se formalizarán los primeros alquileres a precios que prometen ser «moi económicos».

Santiorxo, Proendos y Sober

La edificación que va a acondicionarse en Vilamaior no es la única con la que se hizo el Ayuntamiento de Sober con ese mismo objetivo. Con anterioridad adquirió otras casas en las parroquias de Santiorxo y Proendos, en este último caso en el lugar de Outeiro, y en la capitalidad del municipio. En Sober, están situadas en la Rúa Comercio y en la Praza do Pulpo. Todas ellas están arregladas y pendientes solo del equipamiento de las cocinas.

Las obras se llevan a cabo, en todos los casos, con el apoyo económico de la Xunta. Concretamente, con cargo a una línea de ayudas autonómicas para la recuperación de antiguas casas escuelas y edificaciones sin uso de titularidad municipal en concellos de menos de 20.000 habitantes. Este programa de incentivos busca facilitar los alquileres a precios asequibles y el acceso a la vivienda de las familias más vulnerables. En el caso de Sober, para optar a los alquileres será necesario estar empadronado y que los solicitantes figuren como demandantes de vivienda en el registro del IGVS.

Las que están bien son caras y se duplicó el coste de la rehabilitación

La media de edad entre los vecinos de Sober supera los 57 años. No obstante, el declive demográfico de este municipio se ha suavizado en este municipio en los últimos diez años. En ese período, la media de edad subió en menos de un 1%. En el extremo contrario, el envejecimiento de la población en Taboada subió más de seis puntos. Pero el empuje que trajo a Sober el emergente gancho turístico de la Ribeira Sacra también tiene su peaje.

«As casas que están en condicións para poder meterse nelas son caras e para rehabilitalas os prezos duplicáronse», señala el alcalde. Hay muchas casas a medio rehabilitar que se pusieron recientemente a la venta. El incremento de costes de los materiales que motivó la interrupción de las obras también repercute sobre el precio al que se ofrecen.

Con el plan de rehabilitación que promueve el Ayuntamiento se busca —añade el regidor— «que xente que xa está residindo no noso concello e que ten problemas de acceso á vivenda non teña que marcharse».