Rescatan en Sober a una familia atascada junto a un barranco en el cañón del Sil

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

SOBER

La zona del cañón del Sil de Sober en la que se perdieron estos excursionistas, fotografiada desde Nogueira de Ramuín, al otro lado del río
La zona del cañón del Sil de Sober en la que se perdieron estos excursionistas, fotografiada desde Nogueira de Ramuín, al otro lado del río CARLOS RUEDA

Iban en furgoneta al embarcadero de Santo Estevo, en Nogueira de Ramuín, pero tomaron un camino equivocado y acabaron en la otra orilla del río

08 oct 2022 . Actualizado a las 18:47 h.

Una familia fue rescatada este viernes por la noche junto al cañón del Sil en Sober después de quedar atascada su furgoneta al lado de un barranco. Los bomberos de Monforte tuvieron que intervenir para estabilizar el vehículo, detenido en una curva muy cerrada, en medio de una pista estrecha y cuesta abajo.

Los rescatados son cuatro personas, dos adultos y dos menores, que son de Madrid y estaban haciendo una excursión por la Ribeira Sacra. Cuando sufrieron este percance ya había anochecido y se dirigían en una furgoneta camperizada al embarcadero de Santo Estevo, en la otra orilla del cañón. Su intención era pasar la noche en la explanada de este embarcadero, en el municipio  de Nogueira de Ramuín, para hacer este sábado por la mañana un recorrido en el barco turístico que tiene su base allí y que hace un itinerario de varios kilómetros por aguas del embalse de Santo Estevo.

Llevaban las coordenadas del embarcadero en un teléfono móvil y se iban guiando por el GPS, pero en algún momento de la ruta acabaron desviándose por un itinerario equivocado. Ese camino errado los llevó a la ribera de Os Chancís, un lugar que está a apenas quinientos metros en línea recta del embarcadero de Santo Estevo, pero desde el que no se puede pasar porque tiene el río por medio. Desde la carretera que viene de Sober y termina en el embarcadero de Os Chancís se desviaron hacia la derecha hacia uno de los miradores que hay en esa zona y siguieron adelante sin saber que ese camino moría en la orilla del río.

Pero no llegaron tan lejos, porque se atascaron poco antes de las doce de la noche a unos cientos de metros de la carretera principal, en un punto en el que la pista hace una curva tan cerrada que una furgoneta de la dimensiones de la suya no puede continuar. En ese momento se vieron atrapados y decidieron llamar al servicio de emergencias 112 para pedir ayuda. A un lado de la curva en la que se detuvieron hay un barranco que acaba en el río y temían que cualquier mal movimiento pudiese provocar su caída.

Cuando llegaron al lugar los bomberos de Monforte, la mujer que conducía la furgoneta seguía al volante con el pie accionando el pedal de freno y con el freno de mano puesto. El otro adulto y los dos niños se habían bajado de la furgoneta, pero ella optó por seguir allí para mantener el vehículo completamente inmovilizado y evitar así que se precipitase por el desnivel.

Los bomberos optaron por enganchar un cable a la furgoneta para tirar de él con uno de sus camiones y devolverlo a un lugar seguro del camino. Después todavía fue preciso hacer circular la furgoneta decenas de metros marcha atrás hasta llegar a otra curva más abierta en la que era posible maniobrar para ponerla de cara a la salida. El percance se resolvió sin heridos y sin daños para la furgoneta.