El granero romano de Sober ya está listo para recibir visitas turísticas

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

SOBER

El conjunto arqueológico fue protegido con una valla al terminar las excavaciones realizadas durante las últimas semanas
El conjunto arqueológico fue protegido con una valla al terminar las excavaciones realizadas durante las últimas semanas CARLOS RUEDA

Los restos de la antigua construcción desenterrados en la parroquia de Proendos fueron preparados para permanecer al aire libre de forma indefinida

21 dic 2021 . Actualizado a las 17:07 h.

El horreum o depósito de cereales del yacimiento romano de Proendos —en el municipio de Sober— ya está prácticamente preparado para recibir visitas turísticas. En la campaña de excavaciones realizada durante las últimas semanas se puso al descubierto una gran parte de la antigua construcción, cuyos restos se han consolidado para que puedan permanecer por tiempo indefinido al aire libre. El conjunto se ha rodeado de una valla y para completar la actuación solo falta instalar un panel interpretativo —para el que ya está preparado el soporte—, lo que está previsto hacer en los próximos días.

La intervención, financiada por la Consellería de Cultura, tenía como fecha tope el próximo día 31, pero los trabajos han podido concluir antes gracias a unas condiciones meteorológicas favorables. En las excavaciones se han exhumado siete muros paralelos que formaban parte del horreum y que —según suponen los arqueólogos— servían para sostener plataformas de madera sobre las que se depositaban sacos o cestos en los que el grano se ponía a secar. Pero en el mismo lugar se exhumaron también restos de otras construcciones

Diferenciación por colores

Según explica el arqueólogo Francisco Alonso —director de las excavaciones—, los muros se consolidaron con morteros de cal de diferentes colores para ayudar a los visitantes a distinguir unas construcciones de otras. En los muros del horreum se utilizó un mortero de color amarillo, mientras que en los otros se usó mortero de color gris.

Por otro lado, el terreno de la zona excavada fue cubierto de lona geotextil con el fin de impedir el crecimiento de la vegetación silvestre. Sobre este material se depositó una capa de gravilla para reforzar la protección del suelo y facilitar su limpieza. «Nesta actuación seguíronse estritamente as normas vixentes sobre a protección dos xacementos arqueolóxicos que se manteñen ao descuberto de forma permante», señala por su parte el alcalde Luis Fernández Guitián.

En el área excavada pueden verse los restos de otra construcción situada de forma perpendicular a los muros paralelos del horreum. En esta zona, los investigadores desenterraron numerosos fragmentos de cerámica que se cree que pudieron pertenecer a vasijas de almacenaje de grano. «É posible que esa outra construción se empregase tamén para gardar cereais, pero dunha forma diferente á que se utilizou no horreum», explica Alonso.

Fotogrametría del conjunto arqueológico de Proendos tras las últimas excavaciones. Los siete muros paralelos (contando de derecha a izquierda) forman parte del  horreum  o antiguo depósito de cereales. Los demás pertenecen a otras construcciones
Fotogrametría del conjunto arqueológico de Proendos tras las últimas excavaciones. Los siete muros paralelos (contando de derecha a izquierda) forman parte del horreum o antiguo depósito de cereales. Los demás pertenecen a otras construcciones

En la intervención arqueológica también se destapó una especie de silo que —en opinión de los investigadores— sirvió igualmente para almacenar cereal. Esta pequeña estructura consistía en una excavación de forma circular, que puede verse en forma de una mancha amarilla en la parte inferior izquierda de la imagen situada sobre estas líneas. En esta zona se recuperaron restos de cerámica que se han datado en torno al siglo V. El silo, por tanto, sería muy posterior al horreum, que data de entre los siglos I y II.

Junto a los restos del horreum —a la izquierda de la imagen— aparecieron otros dos muros pertenecientes a otras estructura constructivas cuya función todavía no está clara.

Una estructura que por ahora solo ha sido desenterrada de forma parcial

A juicio de los arqueólogos, los restos del antiguo granero que se han desenterrado en Proendos pueden ser solo una parte de una construcción considerablemente más grande. Los muros paralelos del horreum, según todos los indicios, continúan por debajo de la superficie de una finca privada contigua al terreno —de carácter público— donde se realizaron las excavaciones. «Cabe a posibilidade de que as estruturas enterradas nesa finca ocupen tanto espazo como as que xa se descubriron», señala a este respecto el alcalde.

Para comprobarlo, el Ayuntamiento tiene previsto realizar sondeos con georradar en el terreno contiguo, algo que hasta ahora no fue posible, ya que la finca estuvo plantada de pinos hasta hace poco tiempo. Los árboles ya fueron talados, así que ahora se puede explorar el terreno con georradar.

Nuevas excavaciones

El gobierno local ya negoció con los propietarios de este terreno privado para adquirir más adelante la finca si —como todo parece indicar— se comprueba que bajo su superficie también hay restos de antiguas construcciones. «Se fose así, intentaremos establecer un novo convenio coa Consellería de Cultura para escavar tamén esas estructuras», dice el regidor.

Por otro lado, el Ayuntamiento estudia elaborar una aplicación de realidad aumentada para mostrar a los visitantes la estructura y el uso del antiguo depósito de cereales. El horreum, según creen los arqueólogos, pudo pertenecer a una villa o hacienda rural que habría tenido su centro en un edificio residencial de gran tamaño cuyos vestigios se hallaron en un terreno cercano.