Una investigación para saber qué cereales se cultivaron en Proendos en la época romana
SOBER
Los arqueólogos buscarán muestras vegetales en los restos del antiguo depósito de grano descubierto en Sober
03 nov 2021 . Actualizado a las 10:38 h.Las excavaciones realizadas hasta ahora en el yacimiento arqueológico de Proendos —en Sober— indican que en este lugar existió una importante explotación agrícola en la época romana. Así lo muestran los restos de un horreum o depósito de cereales de notables dimensiones que fueron puestos al descubierto en estos trabajos. En la próxima fase del proyecto arqueológico se intentará dar un paso adelante y averiguar qué tipo concreto de cereales se producían en esta explotación.
En la siguiente fase de las excavaciones —que se prevé llevar a cabo antes de que acabe el año— se desenterrará toda la estructura del horreum. Lo que se ha exhumado hasta ahora corresponde aproximadamente a la mitad de la construcción, mientras que la otra mitad sigue oculta en el subsuelo, según han mostrado los sondeos con georradar. El director técnico de las excavaciones, Francisco Alonso Toucido, explica que en la parte ya excavada se tomaron muestras de tierra que se analizarán en el laboratorio a fin de extraer semillas y pólenes de los cereales que se depositaron en este almacén. Lo mismo se hará en la parte que aún falta por excavar.
Tipos de cereal
Los resultados de los análisis de se darán a conocer en un plazo de en torno a seis meses, según las previsiones de los investigadores. Alonso apunta que lo más probable es que en esta investigación se obtengan muestras de trigo, aunque también es posible que aparezcan rastros de cebada o de mijo —en gallego, millo miúdo—, un cereal que se cultivó y se consumió ampliamente en muchas partes de Europa hasta que fue remplazado por el maíz procedente de América. En el noroeste ibérico, el cultivo del mijo se introdujo ya a mediados de la Edad del Bronce.
El horreum de Proendos —como otras construcciones de este tipo— estaba formado por una serie de muros paralelos que sostuvieron unas tarimas de madera sobre las que se depositaba el cereal. El grano, según apunta Alonso, se guardó probablemente en cestos o en sacos que se colocaban sobre las tarimas. En las excavaciones aparecieron numerosos fragmentos de cerámica, pero estos materiales se hallaron entre los vestigios de una pequeña construcción anexa, no en el interior del propio horreum. «É posible que as vasillas de cerámica servisen para gardar pequenas cantidades de gran, pero non parece que se usasen dentro do almacén», señala.
Ventilación constante
La estructura del horreum, según todos los indicios, estuvo situada dentro de un edificio provisto de aberturas exteriores. Los cereales guardados en el almacén estarían así protegidos de la intemperie y la humedad, en un ambiente ventilado de forma constante, a fin de que los granos de cereal se conservasen secos y en buen estado, sin pudrirse ni germinar.
Para extraer las muestras de cereal mezcladas con la tierra en el yacimiento de Proendos se utilizará la denominada técnica de flotación. Mediante este sistema, los materiales más pequeños y ligeros —como es el caso de las semillas— son separados de la tierra haciéndolos flotar en agua y pasándolos por un tamiz. Los análisis de laboratorio se llevarán a cabo cuando hayan concluido las nuevas excavaciones, que —al igual que las anteriores— serán financiadas mediante un convenio entre la Consellería de Cultura y el gobierno local.
Cuando se haya puesto al descubierto toda la estructura del horreum, los restos de la construcción serán consolidados para que se puedan mantener de forma permanente al aire libre. Una vez que concluyan estos trabajos, el gobierno local tiene previsto instalar unas vallas en torno al conjunto arqueológico y colocar unos paneles explicativos, a fin de aprovecharlo como recurso turístico y cultural.
El Ayuntamiento de Sober, por otro lado, prevé dar continuidad más adelante al proyecto arqueológico de Proendos con nuevas excavaciones en otras partes de esta localidad.