Las excavaciones ponen al descubierto el pasado romano de Proendos

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

SOBER

Alumnos del colegio público local observan los vestigios de estructuras constructivas que, según todos los indicios, formaron parte de un edificio residencial de grandes dimensiones
Alumnos del colegio público local observan los vestigios de estructuras constructivas que, según todos los indicios, formaron parte de un edificio residencial de grandes dimensiones CARLOS CORTÉS

Los arqueólogos destapan los restos de una posible hacienda rural en la parroquia soberina

09 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera campaña de excavaciones arqueológicas que se lleva a cabo en la parroquia de Proendos -en el municipio de Sober- llega hoy a su fin. Con motivo de la conclusión de los trabajos, ayer se organizó una jornada de puertas abiertas para dar a conocer los hallazgos realizados desde que comenzó la campaña, el pasado 28 de septiembre. Por la mañana, el yacimiento fue visitado por los alumnos del colegio público local y por la tarde se ofreció otra visita dirigida al público en general. Los visitantes tuvieron así ocasión de ver los restos de varias estructuras constructivas que se han puesto al descubierto durante las los últimos días y que confirman el singular valor del yacimiento.

Los trabajos consistieron en cinco sondeos practicados en dos fincas situadas en las cercanías de la iglesia parroquial. En una de ellas -según explicaron los arqueólogos que se encargan de las excavaciones- aparecieron diversos vestigios de una construcción de grandes dimensiones que parece consistir en una villa romana, es decir, una residencia rural que sería el centro de una explotación agrícola. Esta estructura, que abarca una superficie de unos 3.000 metros cuadrados, fue detectada previamente en unos sondeos con georradar que se llevaron a cabo el año pasado por iniciativa del Ayuntamiento. En una parte de la finca se exhumaron los restos de un muro que al parecer formaba parte de uno de los extremos del edificio residencial.

Un sistema de calefacción

En otra parte de la misma finca se encontraron los vestigios de un hipocausto, un sistema de calefacción que se utilizaba en la época romana en las grandes residencias y los edificios de las termas. Este sistema consistía en serie de canalizaciones que discurrían bajo el suelo de las estancias -que era sostenido por pequeñas columnas de ladrillos- y que conducían los gases calientes producidos en un horno situado en el exterior del edificio. En el sondeo practicado en este lugar aparecieron algunos ladrillos que formaban parte de los pilares en los que se apoyaba el piso de la residencia, que se calentaba por irradiación.

En este sondeo y en otro que se realizó en la misma finca a escasa distancia del anterior, por otra parte, se desenterró una gran cantidad de escorias de hierro. La presencia de este material -según indicaron los arqueólogos- sugiere que esta parte de la villa romana fue reutilizada más tarde para actividades metalúrgicas. En otros yacimientos se ha podido comprobar que algunas residencias rurales del período romano fueron reaprovechadas como fundiciones de hierro y como fraguas en la Edad Media.

Vestigios de un «horreum» o depósito de cereales en una finca usada como aparcamiento

Los trabajos arqueológicos desarrollados en la parroquia de Proendos comprendieron dos sondeos en una finca que ahora se utiliza como área de aparcamiento y que se encuentra en las cercanías del terreno donde aparecieron los restos constructivos de la residencia rural romana. En uno de estos sondeos aparecieron varios muros construidos en paralelo, de forma que entre ellos hay unos huecos en forma de pasillo. Los investigadores suponen que estas estructuras formaron parte de un horreum -en plural, horrea-, esto es, un depósito de cereales típico de la época romana. De ser cierta esta hipótesis, los muros paralelos servirían de soporte a unos tablados sobre los que se almacenaría el trigo.

En la excavación solo se puso al descubierto una pequeña parte de estas construcciones, que en opinión de los arqueólogos seguramente se alargan en el subsuelo de una finca vecina. Los sondeos con georradar mostraron en su día que bajo la superficie del suelo de esta zona hay restos de una estructura compleja en forma de cuadrículas, que probablemente corresponde a antiguos almacenes de cereal.

Un tramo de camino

Otro sondeo practicado en la misma zona, por otro lado, puso al descubierto unos muros que parecen haber servido como cierres de fincas. Junto a ellos apareció también un tramo de pavimento de un antiguo camino que discurría entre estos terrenos, dedicados posiblemente a la agricultura.

Una vez que se de por terminada la campaña arqueológica, financiada por la Xunta, se procederá a tapar de nuevo los huecos abiertos en las excavaciones para evitar el deterioro de las antiguas estructuras constructivas. Los investigadores elaborarán después un informe técnico y más adelante -en función de los resultados finales y del valor que se le otorgue al yacimiento- se decidirá si en Proendos se llevan a cabo nuevas campañas arqueológicas.

El Ayuntamiento de Sober, por otro lado, tiene la intención de aprovechar estos hallazgos desde el punto de vista cultural y turístico con algunas iniciativas que ahora están en estudio.