Por los molinos del arroyo de Xabrega

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

SOBER

El molino de Souto de Arroxó es uno de los que se encuentran a lo largo de la ruta
El molino de Souto de Arroxó es uno de los que se encuentran a lo largo de la ruta CARLOS RUEDA

Una ruta de especial valor histórico y etnográfico discurre a lo largo de un afluente del Sil en el municipio de Sober

01 jun 2019 . Actualizado a las 09:04 h.

En la parte sur del municipio de Sober discurre un itinerario de gran interés etnográfico y paisajístico conocido como ruta de los molinos del Xabrega. En el arroyo que le da nombre -también conocido por Vales, A Boca, Camilo, Bouzas y Os Muíños- funcionaban en tiempos hasta veintiocho molinos y dos batanes que estaban repartidos entre su nacimiento y su desembocadura en el Sil, en el lugar de Os Chancís. Estos molinos aparecen mencionados en el célebre Catastro de Ensenada, realizado en 1749. Después de muchos años de abandono, buena parte de estas construcciones fueron rehabilitadas entre el 2005 y el 2010 por iniciativa del Ayuntamiento de Sober. Al mismo tiempo se acondicionó una ruta de senderismo que hoy constituye uno de los principales atractivos del municipio.

El inicio de la ruta está en la aldea de A Boca, donde arranca un camino que baja hacia el arroyo de Xabrega. En el tramo inicial está bordeado por antiguos muros de piedra que servían de límite entre las propiedades por las que discurre. El primer molino restaurado está a medio kilómetro de A Boca. Es el llamado Muíño do Roque de Arroxó. Todos los molinos se denominan por sus nombres primitivos, heredados de antiguos dueños o de las casas a las que pertenecían.

Los siguientes molinos se suceden en un tramo de unos quinientos metros. Son los llamados Conde de Camilo, Souto de Arroxó, Chucán de Matamá y Roque de Arroxó. Ente estos dos últimos se construyó una plataforma de madera, a modo de mirador, sobre el cauce del arroyo. En sus cercanías está el lugar conocido por Pouso do Blanco y una fuente que también fue restaurada. El siguiente molino también recibe el nombre de Roque do Arroxó. Después hay que caminar junto a un caneiro o canal de conducción del agua para visitar los dos molinos siguientes, ambos llamados Nemesio da Boca.

Puentes de piedra

De nuevo en el sendero, es preciso cruzar el arroyo por unos pasadoiros o pequeños puentes de piedra y volver a caminar junto al canal para acceder al molino de Ramiro de A Boca. Llama la atención la altura que alcanzan los canales en este tramo, semejándose a auténticos acueductos. Seguidamente el camino pasa por otros dos molinos, llamados de Chucán do Couto. Por este lugar pasaba una calzada romana conocida por Camiño Novo, de la que todavía quedan restos. El siguiente molino es el de Os Nabás, situado en el lugar de A Albariza. De nuevo cruzamos el arroyo por un puente de piedra para acceder al molino de Conde de Camilo, una construcción de considerables dimensiones en cuyo interior se alojan dos piedras de moler que trabajaban de forma simultánea. Estamos en As Garduñeiras, una zona de terreno irregular donde el camino acusa un brusco descenso y el arroyo salva varios desniveles formando rápidos y pequeñas cascadas.

Más adelante se halla el molino de Santomé do Arroxó, del que solo quedan los muros. Hay que cruzar otra vez el arroyo por un paso de piedra y unos cincuenta metros más adelante por un puente, para acceder seguidamente al molino de Nemesio da Boca. Era uno de los llamados «de volante». En lugar del clásico rodicio horizontal utilizaba una rueda vertical similar a una noria para aprovechar mejor la fuerza hidráulica.

Los dos últimos molinos de la ruta, de los que solo se conservan los muros, son los de Piedras y Ramiro da Boca. Cerca de la desembocadura del arroyo en el Sil había antaño otros dos molinos -los de Noguedo de Santiorxo y Toxedo- de los que no quedan restos. Más adelante, el camino empata con una carretera que lleva al embarcadero de Os Chancís -situado a unos seiscientos metros- y al monte de Xabrega, donde dos miradores ofrecen unas espectaculares vistas del cañón del Sil. Desde el inicio del camino hasta su confluencia con la carretera hemos recorrido unos dos kilómetros.

 

DESDE SOBER

Hay que salir de la capital municipal por la carretera que lleva a la localidad de Arxemil y al embarcadero de Os Chancís. En el kilómetro 5,2 hay un desvío a la derecha para A Boca, que se halla a unos 150 metros