La Fiscalía le pedía cinco, pero aceptó declararse culpable a cambio de una rebaja en la condena
24 ene 2019 . Actualizado a las 12:48 h.El hombre de 70 años que hoy iba a ser juzgado en la Audiencia Provincial de Lugo por disparar a su expareja con una escopeta de caza en el abdomen, hechos que ocurrieron el 14 de febrero de 2013 en el municipio lucense de Sober, aceptó una pena de dos años de cárcel tras el acuerdo de conformidad al que llegó su defensa con el ministerio público.
El fiscal consideraba probado que el hombre le disparó a su expareja en el abdomen con una escopeta de caza de dos caños superpuestos, en presencia de su hija menor, pero también que el acusado “reaccionó rápidamente, taponando la herida” de la víctima “hasta que llegó la ambulancia, resultando dicha actuación determinante para salvar la vida de la perjudicada”.
De hecho, el fiscal reconoce que “si la hemorragia no hubiese sido tratada inmediatamente se hubiese producido su muerte”.
Dado que el acusado ya le cedió la propiedad de la vivienda que ambos compartían en Sober, así como el 40 % de la pensión que recibe -que asciende a 820 euros al mes- de “forma vitalicia” en concepto de responsabilidad civil por las lesiones y las secuelas que padece la víctima, el ministerio fiscal ha acordado calificar lo sucedido como un delito de lesiones agravadas y solicitar una pena de dos años de cárcel.
El abogado de la defensa, César Lodos, precisó a Efe que el acusado ya cumplió 19 meses de reclusión después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Monforte de Lemos decretase prisión provisional, comunicada y sin fianza, el 15 de febrero de 2013.
En todo caso, Lodos precisó que, a raíz de la pena impuesta, el acusado ahora ya no tendría que entrar en la cárcel.
A su juicio, ha quedado “probado” que todo lo sucedido fue la consecuencia de un “desgraciado accidente”, en el que también murió una pequeña perra que resultó herida al interponerse en la trayectoria del proyectil.