Pantón y Sober tienen prácticamente tantos vecinos como farolas activas
08 abr 2019 . Actualizado a las 20:51 h.Casi un punto de luz por cada tres habitantes. Es la ratio de alumbrado exterior en el municipio de Monforte que figura en un estudio elaborado por la consultora de arquitectura e ingeniería Abante. En el casco urbano y las parroquias, donde residen un total de 18.922 habitantes, se contabilizan en total 5.932 puntos de luz. Los datos forman parte de la memoria de los últimos proyectos de renovación del alumbrado público contratados por el Ayuntamiento, que se financiaron con fondos del programa operativo Feder de crecimiento sostenible 2014-2020.
La principal fuente sobre ratios de alumbrado municipal es el inventario sobre consumo de energía y potencial de ahorro que elaboró en el 2017 el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica. De acuerdo con sus estimaciones, en Galicia funcionaban ese año 587.417 puntos de luz. Sobre la base de una población de 2.718.525 residentes, la ratio de alumbrado exterior en esta comunidad sería de un punto de luz por cada cinco habitantes.
Algunos técnicos, sin embargo, relativizan las conclusiones de ese estudio. Fundamentalmente porque tienen como referencia la información que remiten los ayuntamientos a las diputaciones provinciales para la elaboración de las encuestas de infraestructuras y equipamientos locales. Y no todos los concellos están en condiciones de aportar datos actualizados sobre el número de puntos de luz.
No es el caso de la comarca de Monforte. En la mayoría de los municipios se han realizado estudios para optar a las ayudas a los planes de mejora de la eficacia energética. Hay municipios del sur lucense donde la sustitución de las antiguas luminarias por otras nuevas de menor consumo afecta al 70% del alumbrado público. En otros, sin embargo, ronda el 50% del alumbrado exterior. En la consultora Abante calculan que en el conjunto de los pequeños municipios la media de renovación de las luminarias ronda el 60%.
La preocupación de los municipios menos poblados por el consumo eléctrico está justificada. Sober tiene prácticamente tantos puntos de luz (2.310) como vecinos (2.301). En este caso, la ratio de luces por habitante es de 0,99. Pantón está solo un punto por debajo, con 2.539 vecinos censados y 2.510 luminarias. A Pobra do Brollón y O Saviñao andan cerca, mientras que en Bóveda la ratio desciende al 0,56. Una farola por cada dos vecinos, que tampoco está mal. Poca cosa, sin embargo, frente a los datos de Rodeiro, donde tocan a 2,5 luces por habitante.
A Pobra do Brollón apagó en los últimos años cerca de quinientas luminarias
El problema del mantenimiento del alumbrado público resulta especialmente difícil de solucionar en los pequeños municipios debido a su mayor dispersión poblacional. Pierden habitantes a velocidad de vértigo, pero no núcleos habitados. «É difícil atopar un barrio nas parroquias onde non haxa algún veciño», explican en un ayuntamiento. La presencia de ese único residente casi siempre supone un serio condicionante para los responsables municipales a la hora de recortar el alumbrado público.
En A Pobra do Brollón, por ejemplo, se apagaron en los últimos años cerca de medio millar de puntos de luz con el fin de adecuar la factura eléctrica a los fondos municipales. Todavía tiene activos 1.325, para un censo de 1.685 vecinos.
La ratio de O Saviñao está en una línea bastante similar. Este municipio cuenta con 3.122 puntos de luz y 3.743 vecinos. Los técnicos consultados coinciden en señalar que en los pequeños municipios de la comarca existe una clara desproporción entre la dotación de alumbrado público y los censos de población. En todos los casos, indican en Abante, disponen de una dotación de alumbrado público capaz de dar servicio como mínimo al doble de sus actuales habitantes.