Elena Losada, propietaria de un hotel: «Me animé a abrir el negocio sobre todo para ayudar a que San Clodio no muera»

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

RIBAS DE SIL

Elena Vázquez, tras la barra del restaurante del hotel Las Vegas, que reabrió sus puertas este mes
Elena Vázquez, tras la barra del restaurante del hotel Las Vegas, que reabrió sus puertas este mes CEDIDA

El municipio de Ribas de Sil vuelve a contar con un establecimiento de este tipo, al reabrir un veterano negocio que cerró hace dos años

31 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde este mes, Ribas de Sil cuenta de nuevo con un hotel, al reabrir sus puertas el único que existía en el municipio, que había cerrado hace dos años al jubilarse sus responsables. La nueva propietaria del negocio, María Elena Losada Vázquez, decidió mantenerle el nombre que tuvo en su anterior etapa —Las Vegas—, aunque en otros tiempos se conoció también como hotel Estación. «Me animé a abrirlo para ayudar a que San Clodio no muera y porque me parece que es un bien muy grande para el pueblo», dice. «Desde que cerró el hotel, los visitantes que pasaban por aquí no tenían dónde alojarse y tenían que ir a Monforte o a A Rúa», añade.

María Elena Losada, de 41 años, cuenta con una amplia experiencia en hostelería y regentó anteriormente otros negocios en Ribas de Sil y Quiroga. «Mis padres tenían un bar cuando yo era pequeña y de ahí me debe de venir el apego por esta actividad, que me encantaba y me sigue encantando aunque por otro lado es un trabajo muy esclavo», dice. Ponerse al frente del hotel restaurante Las Vegas supone por otra parte dar continuidad a una larga tradición local. «Es un negocio de aquí de toda la vida, aunque cambió de propietarios varias veces y también cambió de nombre», dice la hostelera.

Auge del turismo

El nuevo hotel, que se inauguró el pasado día 17, cuenta con una veintena de habitaciones —con unas 42 plazas en total— y da trabajo a cuatro personas. La propietaria espera que el negocio se beneficie del actual auge del turismo en la Ribeira Sacra y del tirón del geoparque Montañas do Courel. «Tenemos muchos atractivos, como la playa fluvial y el palacio Batanero, que ahora se ha convertido en bodega, y espero que entre todos estos recursos se le pueda dar más vida al pueblo», dice. Losada también espera que el hotel se pueda aprovechar del Camino de Invierno, que pasa por el municipio. «Pero en esto ya no tengo tanta fe, porque aunque por el albergue municipal de Quiroga [actualmente cerrado] pasaban muchos peregrinos, estamos en un lugar a media etapa entre O Barco de Valdeorras y A Pobra do Brollón, y no me parece que aquí se vayan a detener muchos caminantes», puntualiza.

Además de alojar a los visitantes, la hostelera pretende que el establecimiento preste un importante servicio a los vecinos del municipio y de la comarca. «Tenemos suficiente capacidad para acoger banquetes de bodas o comuniones y además pretendemos organizar pequeños espectáculos, conciertos y sesiones de karaoke», explica. Losada tiene previsto recuperar para el hotel una pista de baile que lleva mucho tiempo cerrada. «Es un sitio al que venía mucha gente a bailar en la época de mis padres y mis abuelos, y me gustaría que se recuperase esa tradición», dice.

La responsable del hotel restaurante Las Vegas confía asimismo que el nuevo establecimiento ayude en alguna medida a sostener otros negocios locales. «No será difícil que los clientes que se queden durante varios días hagan algunas compras en los comercios del pueblo o que vayan a cenar al restaurante de la playa fluvial, y eso ayudaría al menos a generar más ingresos en el municipio», apunta.

Un lugar que gozó de una amplia popularidad en la comarca

El hotel Las Vegas ocupa un edificio que fue reconstruido en 1991 por sus entonces propietarios después de haber demolido otra construcción mucho más antigua que albergaba hasta entonces el establecimiento. El negocio —que fue la vez hotel, restaurante y sala de fiestas— estuvo en servicio durante cerca de medio siglo y gozó de gran popularidad en el municipio y en toda la comarca.

Con su reapertura se ha convertido en uno de los dos únicos hoteles de la comarca quiroguesa. El otro el Casa do Estanco —en Quiroga—, que fue creado recientemente en un edificio ocupado antes por un estanco que fue a la vez una tienda de ultramarinos.