El siniestro de produjo durante el incendio de la semana pasada en la aldea de Riomaior, en la parroquia de Margaride
18 sep 2021 . Actualizado a las 15:45 h.Aunque el suceso pasó prácticamente desapercibido mientras se llevaban a cabo las tareas de control y extinción de los incendios forestales de la semana pasada en Ribas de Sil, Quiroga y A Pobra do Brollón, el fuego destruyó por completo dos viviendas de tipo tradicional que estaban siendo restauradas en la aldea de Riomaior, en la parroquia quiroguesa de Margaride. Los dos inmuebles estaban desocupados cuando se produjo el siniestro, ya que sus propietarios solo los visitaban una o dos veces al año, principalmente para continuar los trabajos de rehabilitación. La intención de los dueños era convertir al menos una de las dos casas en un alojamiento de turismo rural.
«Comprendemos perfectamente que os servizos de extinción lle desen prioridade aos núcleos habitados, pero para nós non deixa de ser un desgusto enorme, porque levábamos traballando na rehabilitación destas casas desde o 2014 e tiñamos moita ilusión neste proxecto», dice la propietaria, María Martínez Sabarís, que reside habitualmente en el Reino Unido. «Desde que compramos estes edificios, ademais de arranxalos pouco a pouco, estivemos percorrendo a zona e estudando a creación de rutas de sendeirismo para cando puidésemos poñer o establecemento en marcha, pero agora non sei se poderemos realizar algún día este proxecto», añade.
Cuando se enteró del siniestro por unos vecinos de Margaride, María Martínez se encontraba en el municipio pontevedrés de Portonovo, donde reside su familia, y para entonces ya no había nada que hacer. Además, los escombros de uno de los inmuebles incendiados cayeron sobre un camino público. «Queremos que ese camiño quede libre para non causar problemas aos veciños que o utilizan e estamos mirando a ver se o Concello de Quiroga nos pode axudar dalgunha maneira, aínda que teñamos que pagar os traballos de limpeza», dice la propietaria.
Riomaior dejó ya hace tiempo de tener vecinos de forma permanente y en los últimos años, los dueños de las casas que forman el núcleo solo lo visitaban ocasionalmente para cuidar el souto y algunos huertos.