Las citas gastronómicas regresan a la Ribeira Sacra con el aceite de Quiroga
QUIROGA
La almazara de Bendilló volvió a moler la aceituna a la usanza tradicional
31 may 2021 . Actualizado a las 10:34 h.Quiroga tiene prisa por pasar página tras más de un año de festejos populares en blanco como consecuencia de la pandemia. Por ahora, su feria del vino es la única que tiene fechas alternativas. Descartada la posibilidad de que tuviese lugar en las habituales, sábado y domingo de Semana Santa, se trasladará al fin de semana del 25 de julio. Como aperitivo, celebró este domingo la primera exaltación gastronómica que acoge la Ribeira Sacra tras el prolongado parón motivado por la situación sanitaria. La almazara que se conserva en la parroquia Bendilló volvió a elaborar aceite a la usanza tradicional y a la vista del público con motivo de la muestra dedicada a este singular producto.
Con el fin de evitar aglomeraciones, el Ayuntamiento instaló una pantalla de vídeo en la cercana capilla de As Farrapas para que los visitantes pudiesen seguir el proceso artesanal del prensado de la aceituna sin necesidad de desplazarse al molino. También se pudo contemplar de forma presencial en la almazara, desde las once y media de la mañana hasta las dos de la tarde, en grupos reducidos y previa reserva telefónica de plaza,.
La entrada al recinto ferial, en el que este año instalaron sus puestos cuatro elaboradores de aceite y vendedores de otros productos de la zona, fue controlada por la organización para que en ningún momento se superase el límite de público permitido.
Inés Santé, directora xeral de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, y Javier Arias, delegado territorial en Lugo, representaron a la Xunta de Galicia en la veintiuna edición de la Feira do Aceite de Quiroga, producto que aguarda desde hace tiempo que se formalice la concesión de una denominación de origen propia. El último paso en ese sentido se dio a finales del 2019, cuando el Gobierno gallego remitió la solicitud al Ministerio de Agricultura.
Para evitar fraudes, el Ayuntamiento tiene registrada la marca Aceite de Quiroga y concede un sello distintivo a los productores que acuden a la muestra, que comercializan además sus aceites con el correspondiente registro sanitario. Al alcalde, Julio Álvarez, no le sirve una denominación para toda Galicia que tenga en Quiroga una de sus subzonas. «Nuestra producción es la más antigua históricamente y fue la primera en recuperar el cultivo. Otros tendrán que explicar dónde están sus aceitunas», señala.
Producto biosaludable
Álvarez libra desde hace años una batalla silenciosa para evitar que otras zonas se suban al carro del aceite de Quiroga y lo utilicen como reclamo para vender este producto a un precio elevado y sin ofrecer garantías sobre la procedencia de la materia prima. En ese pulso, cuenta con el aval de un estudio elaborado por la Universidad de Córdoba que destaca el elevado contenido de polifenoles que caracteriza al aceite producido en el sur lucense. Esta particularidad le permitiría acceder al distintivo europeo de alimento biosaludable .
«El estudio se encargó a una de las cátedras más importantes en investigación de grasas y aceites. Con los parámetros que recogen las analíticas, no creo que sea nada exagerado afirmar que el aceite de Quiroga está entre los cinco primeros del mundo», apunta el alcalde.
«O aceite galego está de moda e a denominación fainos falta para controlar a orixe»
La demostración de la molienda de la aceituna a la vieja usanza, en un molino movido por un burro, constituye uno de los atractivos de la Mostra do Aceite de Quiroga, que llega este año a su edición número veintiuno. Pero esa estampa tradicional que se recrea en la feria poco tiene que ver con el proceso de elaboración que se sigue en las modernas explotaciones.
Manuel Mondelo es uno de los productores que se pusieron al día en la elaboración y comercialización del aceite. «A denominación de orixe é moi necesaria para controlar a procedencia do produto, sobre todo agora que o aceite galego se puxo de moda», opina Mondelo, uno de los habituales en la muestra que se celebra en Bendilló
Los aceites que elabora se comercializan con la marca Aceiroga y su principal destino son tiendas «gourmet» de las ciudades gallegas. «Véndese algo por Internet para Madrid, Zaragoza e Bilbao, pero son un par de pedidos ao ano», detalla. Los envases son de medio litro y un cuarto de litro, y en la feria se venden a diez y cinco euros, respectivamente. Mondelo sale al paso de los que dicen que el aceite de Quiroga es caro: «Cen quilos de olivas dan quince litros de aceite. Os que fan xenebra non teñen ese problema e páganse trinta euros por unha botella».