Así se comió la maleza el importante castro de Penadominga

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

QUIROGA

El castro de Penadominga aún podía ser visitado hace dieciocho años, cuando se tomó esta fotografía
El castro de Penadominga aún podía ser visitado hace dieciocho años, cuando se tomó esta fotografía CARLOS RUEDA

El Ayuntamiento de Quiroga proyecta desbrozar el yacimiento, hoy oculto por completo, que aún podía visitarse hace dieciocho años

12 mar 2020 . Actualizado a las 08:39 h.

El Ayuntamiento de Quiroga proyecta retirar este verano -con el apoyo de un campo juvenil de trabajo- la maleza que cubre el castro de Penadominga, en las cercanías de la localidad de Bendollo, un yacimiento arqueológico de especial interés que actualmente es inaccesible. Según indican los responsables municipales, el antiguo asentamiento está hoy en día totalmente cubierto por la vegetación, hasta tal punto que no se distingue en el paisaje.

La imagen sobre estas líneas fue tomada en el 2002, cuando todavía se podían ver entre la vegetación los restos de algunas estructuras constructivas del castro. Desde entonces, la maleza fue avanzando cada vez más hasta ocultarlo por completo y haciendo que el lugar sea hoy intransitable. El gobierno local pretende realizar un desbroce general como los que se llevaron a cabo en los últimos años en los castros de Seceda, Vilar y Vilamor -situados todos ellos en el vecino municipio de Folgoso do Courel-, que se encontraban en una situación similar.

En Penadominga no está previsto llevar a cabo por ahora una excavación arqueológica -lo que tampoco se hizo hasta el momento en estos otros tres castros-, ya que una intervención de este tipo requeriría una inversión mucho mayor y resultaría mucho más larga y compleja. Pero el desbroce, según indican desde el Ayuntamiento, pondrá a de nuevo a la vista las estructuras del asentamiento y permitirá al menos que el lugar pueda ser visitado y aprovechado como recurso turístico y cultural, algo que es imposible en el estado de abandono en el que se encuentra en la actualidad.

Valor paisajístico

Los responsables municipales apuntan asimismo que, además del valor arqueológico del lugar -donde se realizaron algunos hallazgos casuales hace décadas-, el castro también destaca por su emplazamiento y su interés paisajístico, al estar situado en el cañón del Sil. Por otro lado, el municipio cuenta con una treintena de castros, ninguno de los cuales es visitable hoy en día, por lo que se considera de especial interés mejorar la accesibilidad en alguno de estos yacimientos.

Monedas y piezas de bronce de la época romana

En el castro de Penadominga nunca se han realizado investigaciones arqueológicas y el yacimiento es mencionado en muy pocas publicaciones. Una de ellas es Fortalezas de Lugo y su provincia, una extensa obra publicada entre 1955 y 1973 por el historiador Manuel Vázquez Seijas, antiguo director del museo provincial lucense. Uno de los escasos trabajos dedicados al castro apareció en el 2018 en la página web Sputnik labrego, editada dentro de un proyecto de investigación histórica sobre las comunidades rurales gallegas promovido por varias entidades.

Según los datos reunidos en esta publicación, la primera noticia conocida sobre este yacimiento se refiere a una serie de piezas arqueológicas que fueron encontradas en el lugar por José Pérez, vecino de Bendollo, y entregadas al museo provincial en 1950. Estos materiales consisten, por una parte, en una colección de noventa monedas de la época romana que fue estudiada en 1993 por el investigador Juan José Cepeda en un trabajo publicado en la revista Numisma. Según dicho estudio, 88 de esas monedas son del siglo IV de la era actual y otras dos, del siglo II.

Broches de cinturón

La colección de piezas arqueológicas depositada en el museo provincial comprende además varios broches de cinturón fabricados en bronce que podrían datarse entre los siglos IV y V. Estas piezas pertenecen a una tipología de vestimenta militar de la que se han encontrado muestras en yacimientos arqueológicos situados en diversos territorios de la Península, como Zamora, Palencia y Salamanca. Otro objeto encontrado en el castro parece ser un bocado o freno de caballo de un tipo similar a otros que se descubrieron en las necrópolis romanas de Fuentespreadas -en Zamora- y La Olmeda, en Palencia.

En el yacimiento, además, se recuperó un pequeño conjunto de fragmentos de cerámica con una tipología que corresponde a la misma época histórica que las piezas de bronce, entre los siglos IV y V. La colección de piezas arqueológicas de Penadominga comprende también una placa de esquisto grabada con unas líneas cruzadas que parece ser un tablero de un antiguo juego de mesa conocido como alquerque.

El trabajo señala por otro lado que algunos de los pocos autores que mencionan el yacimiento sugieren que el asentamiento pudo estar relacionado con las minas de oro explotadas durante el período romano en el valle de Quiroga. Según otras opiniones, pudo haber sido un puesto de control y vigilancia de los antiguos caminos que discurrían por la zona a finales de la época imperial.