Murió Julio González Puente, secretario municipal en Monforte más de 30 años
PANTÓN
Desempeñó ese cometido al poco de acabar Derecho en Bóveda y Ribas de Sil, y posteriormente ejerció en Pantón
18 oct 2023 . Actualizado a las 21:03 h.Julio González Puente, secretario del Ayuntamiento de Monforte durante más de treinta años, murió a los 86 años en esta localidad, en la que residió la mayor parte de su vida. El fallecimiento se produjo este miércoles y el velatorio permanece abierto en la sala número 1 del tanatorio monfortino Raúl. Desde allí saldrá la comitiva fúnebre, el jueves a las cinco de la tarde, para dirigirse al cementerio municipal, donde recibirá sepultura.
Al término del entierro se celebrará una misa de funeral en la iglesia parroquial del Sagrado Corazón, situada en el barrio de la Estación. El fallecido deja viuda, Isabel Casanova González, y tres hijos, Julio, María Isabel y María Luisa González Casanova. El primero siguió la senda profesional de su padre y ejerce como secretario municipal en el concello lucense de Friol.
Julio González nació en 1937 en el vecino municipio de Bóveda, donde cubrió la etapa escolar antes de pasar a la desaparecida Academia Balmes de Monforte para superar el bachillerato. Los estudios del curso de orientación universitario los realizó en Lugo y se licenció posteriormente en Derecho en Santiago. Aprobó la oposición a secretario para ayuntamientos de segunda al año siguiente de terminar la carrera y sus primeros destinos fueron Bóveda, Ribas de Sil y Pantón.
Ya casado y con hijos, preparó la oposición para secretario de ayuntamientos de primera categoría. La sacó también a la primera y con el número uno. Solicitó plaza en Monforte y la ocupó hasta su jubilación en el 2017, después de cuarenta años de ejercicio en diferentes concellos del sur de Lugo.
La comisión de su estreno
Fue en 1973 cuando se incorporó como secretario municipal en el Ayuntamiento de Monforte. Una crónica de octubre de ese año publicada en La Voz da cuenta de la primera comisión municipal permanente en que la tomó parte como secretario, con Antonio Rodríguez al frente de la alcaldía de Monforte. En aquella reunión del equivalente a lo que hoy es la junta local de gobierno se aprobó, entre otros acuerdos, dotar de alumbrado público a la calle Valle Inclán.
Julio González compaginó, por otro lado, su plaza de secretario en Monforte con ese mismo puesto acumulado en el Ayuntamiento de Pantón. A finales del 2007, y tras 34 años de ejercicio profesional, se jubiló como secretario en ambos ayuntamientos. Desde el 2003 contaba en Monforte con el apoyo de un vicesecretario, puesto que ocupó en un primer momento Francisco Cacharro Gosende, hijo del que fuera presidente de la Diputación provincial de Lugo.
En su labor como asesor de los órganos de gobierno, Julio González se caracterizó por su independencia frente a los políticos. La asepsia jurídica de sus informes, salpicados habitualmente de citas eruditas, no siempre fue bien entendida. Entre todos los alcaldes con los que coincidió en Monforte, tuvo una especial sintonía en lo personal con Celestino Torres, del que siempre destacó su inteligencia y talante humano.
«Nas cidades a figura dos secretarios municipais é decorativa, prefiren asesores e consultorías», declaraba Julio González en una entrevista en La Voz en septiembre del 2010, cuando ya hacía tiempo que se había jubilado. «Estás —añadía— rodeado de políticos de distinto signo e é moi difícil bandearse, porque aínda que te limites a facer o teu nunca gusta a todos».
Gustos literario y poéticos
Al margen de su faceta profesional, Julio González fue un apasionado y ecléctico lector, amante de la poesía, la filosofía los libros de historia y la prensa diaria. Era habitual verlo en la sala de lectura del Casino repasando un diario tras otro con la barbilla apoyada en la mano, su estampa habitual durante los interminables plenos de otros tiempos en la corporación de Monforte. La música era su otra pasión y sus gustos no eran menos variados. Citaba a Sabina en sus artículos de prensa y sintió una especial debilidad por el cantautor granadino Carlos Cano.
Ortega y Gasset fue el autor de cabecera de Julio González. Decía que siempre brindaba la frase oportuna para cada ocasión en la vida. Y la galería sobre el patio del antiguo consistorio de Monforte, ahora sede del Centro do Viño da Ribeira Sacra, estaba entre sus rincones predilectos. Allí desarrolló la mayor parte de su vida profesional, sintiéndose un privilegiado en lo laboral por tener «el lujo de no pasar hambre». Los secretarios se presentaban como jefes del personal municipal, pero él nunca quiso verse así. «Yo nunca fui jefe de nadie, en primer lugar, porque no sabría serlo», declaraba poco antes de su retirada.