Denuncia en Pantón: «Temos un niño de velutina na casa en non nolo veñen retirar»

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

PANTÓN

Esta es una de las velutinas que tuvieron que cazar para que las 21 personas que estaban en casa pudiesen entrar y acabar la cena
Esta es una de las velutinas que tuvieron que cazar para que las 21 personas que estaban en casa pudiesen entrar y acabar la cena CEDIDA

Más de veinte personas de una misma familia reunidas a cenar por las fiestas del pueblo tuvieron que salir de casa corriendo para evitar que las avispas asiáticas los picasen

27 ago 2022 . Actualizado a las 19:18 h.

Una familia de Pantón lleva desde el jueves esperando que alguien vaya a retirar un nido de velutina formado dentro de la chimenea de su casa. La vivienda está en Serode, una aldea de la parroquia de San Fiz de Cangas que este fin de semana celebra sus fiestas. El viernes se habían reunido 21 personas a cenar y tuvieron que salir corriendo porque les habían entrado velutinas en el salón. Se da la circunstancia de que en Serode es donde se produjo, hace tres años, la última muerte por picaduras de velutina en la comarca de Monforte.

«Que tipo de servizo de emerxencia é este, que hai que agardar a que pase a fin de seman para que resolvan o problema», se lamenta Ramón Quiroga, uno de los integrantes de la familia afectada. La casa en la que está el nido no es la residencia habitual de esta familia, que solo la ocupa algunos fines de semana y en ocasiones como la de las fiestas de la parroquia. Hace quince días ya estuvieron allí y piensan que entonces todavía no había nido porque no vieron ninguno de estos avispones revoloteando.

Fue este jueves cuando se dieron cuenta. Ese día se habían citado en Serode integrantes de la familia propietaria que reside habitualmente en otros pueblos de Pantón y en otros puntos de Galicia. El plan era el mismo de todos los años, pasar unos días juntos en la casa familiar aprovechando las fiestas de la parroquia. En cuanto llegaron, vieron los avispones alrededor de la casa y, sobre todo, en el tejado junto a la chimenea.

Fue entonces cuando hicieron la primera llamada al 012, el teléfono habilitado por la Xunta para las emergencias relacionadas con la avispa asiática. «Cando lles dixen que o niño estaba dentro da casa -explica Ramón Quiroga- contestáronme que pasarían o aviso co máximo nivel de emerxencia, porque iso é o que manda o protocolo». Como el viernes no se fue nadie, volvieron a llamar y entonces ya les admitieron que hasta el lunes no iba a poder ser. «O caso é que temos un niño de velutina dentro da casa -se queja este hombre- e non nolo veñen retirar, a pesar de que está a casa chea de xente». Estos días están reunidas en esa casa alrededor de una veintena de personas, entre ellas cinco niños pequeños y cuatro personas de más de 85 años. Y así se lo hicieron constar a los operadores del 012 que tomaron nota de su aviso.

Cuando vieron el nido decidieron mantener pasado el dispositivo de la chimenea que regula el tiro, de forma que es imposible que las avispas entren en la casa por el conducto. Sin embargo, el viernes por la noche varias velutinas se las arreglaron para colarse dentro, probablemente a través de alguna puerta o ventana mal cerrada. Estaban 21 personas cenando y tuvieron que salir a toda prisa para evitar picaduras. Para que los demás pudiesen entrar de nuevo y terminar de cenar, algunos entraron de nuevo para matar las avispas. La familia sigue reunida en la casa y allí tienen intención de seguir al menos hasta que se terminen las fiestas. Siempre que no ocurra un accidente con las velutinas y tengan que marcharse.