Vigilancia de coches, declaraciones de testigos... así capturó un año después la Guardia Civil al sospechoso de haber quemado una zona de viñas en la Ribeira Sacra

O SAVIÑAO






Se trata de un hombre de 50 años y vecino de la parroquia de O Saviñao en la que tuvo lugar el incendio
06 jul 2023 . Actualizado a las 19:08 h.Un vecino de O Saviñao fue detenido por la Guardia Civil como sospechoso de haber provocado un incendio forestal el verano pasado. El incendio quemó aproximadamente veinte hectáreas de terreno junto al río Miño, en una zona de viñedos en bancales.
Aquel incendio forestal se produjo en el A Bugalla, un lugar perteneciente a la parroquia de Rebordaos, el 26 de julio del 2022. La intervención de los servicios de extinción consiguió impedir que las llamas se propagasen más allá de la zona de ribera en la que empezaron.
La mayor parte de la superficie quemada corresponde a viñas en bancales, en una zona muy próxima a la presa de Belesar. Además de viñas, ardieron pinos, castaños, monte raso y también alguna bodega.
La investigación para tratar de dar con el responsable de aquel incendio comenzó el mismo 26 de julio, pero los agentes no habían logrado hasta ahora reunir información suficiente como para proceder a la detención del sospechoso.
Las pesquisas las llevó a cabo la Guardia Guardia Civil del puesto de Escairón (O Saviñao), en colaboración con el equipo multidisciplinar de investigación y prevención de incendios forestales del instituto armado.
Análisis de los movimientos de los coches y declaraciones de testigos
El Ahora detenido es un vecino de la zona en la que se registró el incendio y tiene 50 años. Los portavoces de la comandancia de la Guardia Civil de Lugo explican que para llegar a él los agentes responsables de la investigación «realizaron informes técnicos, un análisis exhaustivo de la actividad operativa de vehículos de la zona, así como la toma de declaraciones testificales».
Y añaden que la información facilitada por personas que fueron testigos del incendio han resultado «cruciales para la resolución del caso». Los investigadores, continúan estas fuentes de la Guardia Civil, consiguieron «situar al presunto autor en el lugar de los hechos y en los momentos en los que se produce».
Aquel incendio se registró en una zona que está considerada por la Xunta como de alto riesgo de incendio y en un día en que el índice de peligro diario era muy alto.
La Guardia Civil cree que el sospechoso provocó cuatro focos de fuego distintos y separados entre sí con la intención de que el alcance del incendio fuese mayor. Todos los focos fueron encendidos junto a pistas asfaltadas, por las que el autor escapaba en coche. En su huida, llegó a cruzar la presa de Belesar.
En los trabajos de extinción de aquel incendio intervinieron, entre otros medios, dos agentes medioambientales, once brigadas de bomberos forestales, cinco motobombas, cuatro helicópteros, dos hidroaviones, dos avionetas ligeras y un buldócer.
El gran incendio de O Courel todavía ardía
El día del verano pasado que ardieron las viñas de A Bugalla, todavía todavía permanecía técnicamente activo el gran incendio de la Serra do Courel. De hecho, este incendio junto al Miño y en plena Ribeira Sacra fue el primero de unas dimensiones significativas que se produjo en el sur de Lugo después del de O Courel.
En un ambiente de consternación por ese gran incendio, que finalmente fue el más devastador de la historia de Galicia desde que hay registros, con 13.000 hectáreas carbonizadas, la indignación entre los vecinos de O Saviñao que viven en las zonas próximas a la que ardió era palpable aquellos días. Y más porque la forma en la que empezó y se extendió dejaba pocas espacio para dudar de que hubiese sido provocado.