El castro de Arxeriz volverá a ser excavado en primavera, tras cinco años de suspensión
O SAVIÑAO
La Diputación financiará con 39.000 euros la nueva intervención en el yacimiento arqueológico de O Saviñao
28 dic 2022 . Actualizado a las 19:03 h.La fundación Xosé Soto de Fión recibirá de la Diputación una subvención de 39.000 euros para financiar nuevas intervenciones arqueológicas en el castro de Arxeriz, que forma parte del museo gestionado por esta entidad en el municipio O Saviñao. El proyecto, que se desarrollará en primavera, comprenderá varios sondeos arqueológicos y el acondicionamiento de algunas antiguas construcciones que fueron desenterradas en anteriores excavaciones.
En el castro de Arxeriz se llevaron a cabo con anterioridad otras cuatro campañas arqueológicas, que se desarrollaron entre el 2103 y el 2018. «Desde entón non se volveu escavar, en parte pola pandemia e en parte porque os nosos recursos son limitados e dedicamos os fondos a outras actuacións», explican desde la fundación. En la próxima campaña, por un lado, está previsto consolidar los restos de dos viviendas y un granero para que se puedan conservar al aire libre y mostrarse a los visitantes. Aunque ya están desenterradas desde hace años, estas estructuras no son visibles porque están tapadas con una cubierta protectora para protegerlas de la intemperie.
Estructuras exhumadas
En las anteriores campañas se desenterraron en total nueve antiguos graneros y seis viviendas. El granero que se acondicionará el año próximo es el mayor de todos, con unas dimensiones aproximadas de 4,5 x 4,5 metros. Las viviendas en las que se intervendrá conservan importantes vestigios de hogares y hornos. «Pensamos que é conveniente consolidar estas estruturas porque son especialmente representativas e moi interesantes para mostralas ao público», dicen los responsables de la entidad.
En cuanto a las excavaciones propiamente dichas, su objetivo consistirá en ampliar unos sondeos ya iniciados hace años, en los que se pusieron al descubierto los restos de otras construcciones que aún no pudieron ser identificadas. «Non sabemos se estas estruturas corresponden a vivendas, a depósitos de cereais ou a algunha outra edificación e iso é o que pretendemos determinar nestas novas sondaxes», apuntan desde la fundación Xosé Soto de Fión. Por el momento no se han decidido las fechas en las que se llevarán a cabo estos trabajos, lo que dependerá en gran parte de las condiciones meteorológicas. Pero en principio se espera que las nuevas intervenciones arqueológicas se puedan realizar en mayo.
Apertura de una réplica de una vivienda castreña y publicación de un estudio
Además de las nuevas excavaciones previstas para el 2023, en el complejo arqueológico de Arxeriz se sigue trabajando en la construcción de la réplica de una vivienda castreña, un proyecto que se desarrolla desde hace meses. La fundación que gestiona el museo espera que esta nueva instalación esté preparada en marzo para abrirse a las visitas turísticas.
Otro proyecto que la fundación Xosé Soto de Fión espera realizar el año próximo consiste en publicar un estudio sobre el castro de Arxeriz preparado por el arqueólogo Luis Francisco López, quien se encargó de la dirección técnica de las excavaciones realizadas entre el 2013 y el 2018. El estudio forma parte de una tesis doctoral que el investigador defendió el año pasado. La publicación de este estudio, según prevé la fundación, también se plasmará en primavera.
Un poblado prerromano
En las anteriores campañas arqueológicas se excavó en total un área de entre cuatrocientos y quinientos metros cuadrados, lo que supone solo una pequeña parte de la superficie de la croa o recinto central del castro, de unos 6.000 metros cuadrados. En estas intervenciones se identificaron varias épocas de ocupación. La más antigua corresponde al siglo IV antes de Cristo y la más reciente data de en torno al cambio de era. Hasta ahora no se halló en el yacimiento ningún indicio material de la presencia romana. Sin embargo, los investigadores suponen que al menos una parte de los graneros descubiertos en el castro se construyeron en una época en la que gran parte del territorio gallego se hallaba ya bajo la ocupación romana. La especialización del poblado en la producción de cereales puede deberse a esta influencia.