El castro de Arxeriz muestra una densidad de población cada vez mayor

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

O SAVIÑAO

ROI FERNÁNDEZ

Las excavaciones iniciadas la semana pasada sacan a la luz nuevas construcciones

02 sep 2016 . Actualizado a las 22:19 h.

La cuarta campaña arqueológica en el castro de Arxeriz -en el municipio de O Saviñao- llegó ayer a su décima jornada con nuevos hallazgos que están incrementando considerablemente el interés de este yacimiento. Por una parte, en la ladera oeste del promontorio donde se asienta esta antigua población se están poniendo al descubierto más restos de construcciones, que se suman a las ya encontradas con anterioridad en la misma zona. «Estase confirmando que nesta parte do castro hai un poboamento importante a pesar de que é unha zona de moita pendente», indica José Antonio Quiroga, director del Ecomuseo de Arxeriz -gestionado por la Fundación Xosé Soto de Fión-, en cuyos terrenos se encuentra el yacimiento.

También se están desenterrenado más restos de construcciones en la croa o recinto central del castro. Una de ellas apareció en una zona más elevada que el resto de este espacio, donde en principio se dudaba que hubiese restos arqueológicos. Junto a otra estas estructuras se hallaron fragmentos de cerámica y varios objetos metálicos, como un anillo y una fíbula o prendedor de ropa. Quiroga precisa que estas edificaciones solo están empezando a ponerse al descubierto y que desde ahora hasta que acabe la campaña -está previsto terminarla el día 30- pueden salir a la luz muchas más cosas.

Los responsables del proyecto arqueológico consideran que los nuevos hallazgos, sumados a los que se han ido realizando en los tres últimos años, indican que el castro de Arxeriz albergaba una importante densidad de población y una estructura urbana extensa y compleja. «Trátase sen dúbida dun asentamento moito máis importante do que parecía cando comezaron as escavacións, de modo que as expectativas son moi boas tanto para esta campaña como para as seguintes», apunta Quiroga.

Sin influencia romana

En las excavaciones de este verano -al igual que ocurrió en las precedentes- no ha aparecido ningún indicio de influencia cultural romana. Los arqueólogos siguen pensando que la población fue abandonada antes de la romanización de Galicia, algo que ocurre en muy contados castros gallegos y que confiere al lugar un especial valor.

Unas viviendas de mayor tamaño que las de muchos otros asentamientos

Las estructuras habitacionales que se han desenterrado hasta ahora en el castro se caracterizan por su tamaño, notablemente mayor que las de muchos otros castros gallegos. En la ladera oeste se encuentra un conjunto de construcciones que los arqueólogos han denominado como «unidad familiar» y que consideran especialmente significativo en este aspecto. Está formado por varios edificios contiguos, uno de los cuales -más amplio que los demás- debió de albergar una vivienda.

Las otras construcciones de este conjunto pudieron cumplir la función de almacenes. A ello se añade un patio que supuestamente se usó para realizar diversas labores y en el que apareció una docena de molinos de mano.

Distribución de habitantes

Los arqueólogos que llevan a cabo las excavaciones conjeturan que cada una de estas grandes viviendas pudo albergar entre nueve y doce personas, aunque a este respecto las cosas no están por ahora muy claras. «Como non hai enterramentos nin outros indicios, non podemos saber con certeza cantos habitantes tiña o castro nin como estaban repartidos polas vivendas», apunta Quiroga.

Por otro lado, las construcciones muestra forman rectangulares y cuadrangulares, una planta que a menudo se atribuye a la influencia arquitectónica romana en contraposición a los edificios de forma circular que se encuentran en muchos castros. Quiroga señala que esa contraposición debe aplicarse más bien a las zonas litorales y que en el interior hay otras construcciones con ángulos, como ocurre en los castros de Viladonga -en Castro de Rei- y Formigueiros, en Samos. «A diferenza é que nos edificios romanizados as esquinas forman ángulos agudos, mientras que as construcións dos castros do interior teñen as esquinas redondeadas», apunta.

Especial atención ante la posiblidad de que aparezcan más depósitos de cereales

La presencia de tres construcciones que según todos los indicios se utilizaron como depósitos de granos de cereal es una de las principales singularidades del yacimiento de O Saviñao. En la actual campaña se está completando la excavación de la tercera de ellas, que empezó a ser puesta al descubierto el año pasado.

Los investigadores están ahora especialmente atentos ante la posibilidad de que aparezcan más estructuras de esta clase, lo que podría dar un importante giro al proyecto arqueológico.

Según indica José Antonio Quiroga, «o feito de contar con tres silos xa é algo excepcional, porque en Galicia son pouquísimas as construcións castrexas que puideron ter esa función e en ningún caso hai máis dunha en cada castro». Si apareciesen más graneros, a su juicio, «talvez habería que comenzar a pensar que no castro de Arxeriz se deu algún tipo de especialización na produción agrícola e que os seus habitantes mantiñan intercambios económicos con outras poboacións», añade. Sin embargo, el director del museo considera que es preciso mostrar cautela y no plantear hipótesis en este sentido mientras no se produzcan nuevos hallazgos.

Estructuras similares

Los tres supuestos graneros se encuentran en diferentes puntos del recinto y presentan una estructura muy similar. Consisten en recintos cerrados por muros y provistos de puertas, en cuyo interior hay varias piedras colocadas de forma simétrica. Los arqueólogos suponen que estas piezas sirvieron de base para sostener planchas de madera en las que se pondrían los granos a secar.

Posibilidad de rastrear la zona con georradares o con drones

De cara a las próximas campañas, los responsables del proyecto arqueológico estudian la posibilidad de recurrir a las nuevas tecnologías para rastrear la presencia de edificaciones soterradas. José Antonio Quiroga apunta a este respecto que se podrían utilizar georradares o bien drones con cámaras de visión infrarroja, algo que no está aún decidido y que dependerá de los fondos disponibles. Hasta ahora, la Fundación Xosé Soto de Fión ha financiado los trabajos por su cuenta, sin recibir ningún apoyo oficial.

En cualquier caso, Quiroga considera que de ahora en adelante sería preciso utilizar alguna de estas técnicas para determinar con precisión cuáles pueden ser los lugares más interesantes para realizar nuevas excavaciones y no malgastar esfuerzos buscando en zonas en las que no es seguro que haya elementos de interés, dadas las grandes dimensiones del recinto. «Só a croa ten un 7.500 metros cadrados de extensión e na zona nornoroeste do castro hai un aterrazamento moi grande onde pode haber más construcións», explica.

Por otro lado, la croa fue despojada durante los últimos meses de la mayor parte de la vegetación que la cubría, con lo que sus dimensiones y su perfil pueden percibirse ahora de una forma mucho más clara.