Un relámpago rompe la torre y una sepultura de la iglesia de Vilaesteva

Carlos Cortés Roi Fernández MONFORTE/LA VOZ.

O SAVIÑAO

02 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un rayo derribó ayer la parte superior de la torre de la iglesia de Vilaesteva y las piezas de piedra que cayeron al suelo provocaron desperfectos en el cementerio de esta parroquia de O Saviñao. Sucedió a la una y media de la tarde y hasta aquel momento ni llovía demasiado en esa zona ni se había sentido un solo trueno. Aturdidos por el estruendo y el fogonazo, los vecinos de las casas más próximas a la iglesia pensaron que el rayo les había caído encima a ellos.

María Paz López vive en la aldea de Sanxumil, a unos cientos de metros de la iglesia, pero la casa de su tía está en el lugar de Vilaesteva, justo al lado de la iglesia. «A miña tía viu unha claridade tan grande -contaba ayer por la tarde- que pensou que o relámpago lle caíra na casa a eles». La descarga provocó una sobrecarga de tensión en la red eléctrica que dejó en el acto sin energía a algunas casas y averió motores, electrodomésticos y teléfonos, no solo en Vilaesteva sino también en otros lugares cercanos. Los efectos llegaron también a Escairón, donde el cajero automático de una sucursal bancaria se quedó fuera de servicio.

Una vez repuestos del susto, los vecinos de Vilaesteva salieron de sus casas para comprobar si se habían producido daños y vieron que la parte superior de la torre de la iglesia había desaparecido. El rayo había descargado en la veleta metálica que coronaba el campanario, que medía unos doce metros de altura, de manera que varios bloques de piedra cayeron a la parte frontal y a un lateral del terreno que rodea la iglesia. Parte de los restos se precipitaron sobre el cementerio y abrieron un boquete en la lápida de una tumba. Además, el contador de la luz de la iglesia se quemó por completo.

Después de este primer trueno, en Vilaesteva oyeron otromás que descargó en las cercanías del pueblo, pero fueron los únicos en todo el día.

Localizar al cura

A media tarde, los vecinos no habían conseguido localizar al cura de la parroquia, porque al parecer el teléfono de su casa en el pueblo de Ousende también había quedado averiado por la tormenta. Como el párroco no se había presentado y solo él tiene la llave, no habían podido entrar para comprobar si en el interior del edificio se había producido algún desperfecto. Numerosos vecinos de la parroquia pasaron ayer por la tarde por la iglesia para comprobar ellos mismos los destrozos causados por la caída del rayo.

La iglesia parroquial de Vilaesteva data de principios del siglo XVIII. Desde el punto de vista arquitectónico no es de las más valiosas del municipio, pero en su interior tiene retablos de la época de su construcción.