Levantan la intervención de la residencia de O Incio, 71 días y 21 muertos después

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

O INCIO

Vallas en la puerta principal de la residencia de la fundación San Rosendo en O Incio cuando el brote permanecía activo
Vallas en la puerta principal de la residencia de la fundación San Rosendo en O Incio cuando el brote permanecía activo ALBERTO LOPEZ

La curación de los dos últimos trabajadores que seguían dando positivo pone fin a uno de los brotes más letales de la segunda ola del coronavirus en Galicia

31 oct 2020 . Actualizado a las 20:18 h.

La residencia de O Incio está por fin libre del brote de coronavirus que se desató a mediados de agosto. Los médicos daban oficialmente por curados este miércoles a los dos últimos trabajadores de baja. Se cerraba así uno de los episodios de covid-19 más letales de los registrados en los centros asistenciales gallegos. En los 71 días que duró el brote murieron 21 mayores, el 15% de los internos que tenía este centro asistencial propiedad de la fundación San Rosendo. Las autoridades sanitarias tuvieron intervenida la residencia desde agosto. La Consellería de Política Social acaba de confirmar el levantamiento de esa medida de control.

En la consellería explican que la decisión de dejar en suspenso la intervención se toma porque ya no queda nadie que dé positivo y porque han comprobado que ahora la calidad asistencial está garantizada. La normalidad vuelve así a una residencia sacudida de arriba a abajo por el brote que se detectaba el 19 de agosto. Todo apunta que el primer contagio fue el de una trabajadora, pero en los primeros días la sucesión de contagios en cadena dentro de la residencia resultó demoledora. En cuanto trascendió lo que pasaba, la Xunta decidió intervenir la gestión del centro para tratar de controlar la situación.

A partir de ese momento, la residencia de la fundación San Rosendo en O Incio se convirtió en un foco constante de preocupación para las autoridades sanitarias. En la segunda quincena de agosto murieron en Galicia 15 personas diagnosticadas de coronavirus y siete de ellos eran residentes en este centro asistencial. A principios de septiembre, la media de fallecimientos ligados a este brote no bajaba de uno al día. En la fundación San Rosendo se quejaban de que las autoridades sanitarias actuaron con lentitud en el primer diagnóstico. Pero hasta ahora, esta entidad no ha explicado cómo es posible que en solo unos días se contagiasen dentro de la residencia más de sesenta personas, cinco meses después de que entrasen en vigor duras medidas de profilaxis de obligatorio cumplimiento en todos los centros asistenciales, ideadas precisamente para evitar que eso pasase.

La escalada de contagios en la residencia -acabaron dando positivo positivo 93 de los 120 internos y 35 de los cerca de 50 trabajadores en plantilla- acabó forzando incluso un cribado masivo en O Incio para comprobar si la enfermedad había salido del centro. Ninguno de los 200 vecinos analizados tenía el virus, lo que permitió al municipio respirar un poco. Los primeros diez días desde que trascendió lo que había pasado en la residencia, la mayor parte del vecindario de O Incio se recluyó voluntariamente en sus casas y la actividad pública se redujo al mínimo.

Ya no es el peor de la segunda ola

Hace dos meses, el brote de coronavirus de la residencia de O Incio era el más letal de los registrados en centros asistenciales de Galicia tras la primera ola y el confinamiento. Ahora ya no lo es, porque después llegaron otros todavía peores. Como el que permanece activo en la residencia de mayores Os Gozos, en Pereiro de Aguiar, propiedad también de la fundación San Rosendo y en el que han muerto ya 37 personas.

La residencia de mayores de O Incio fue inaugurada en el 2001, después de dos años de obras. Tenía capacidad para 102 residentes, pero unos años después fueron construidos unos apartamentos que incrementaron el número de plazas hasta las 140. La fundación San Rosendo invirtió 380 millones de pesetas en el proyecto, pero 85 de esos millones los aportó la Xunta.