«Hoxe non se sae nin polo pan»

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

O INCIO

Personal sanitario, ayer, a la entrada de la residencia de mayores de O Incio
Personal sanitario, ayer, a la entrada de la residencia de mayores de O Incio Carlos Castro

O Incio revive el confinamiento tras los fallecimientos de la residencia

23 ago 2020 . Actualizado a las 20:20 h.

Los domingos suelen ser diferentes durante los meses de verano en la capitalidad de O Incio. La llegada de visitantes con raíces en la zona rompe la monotonía de un municipio que durante el resto del año sufre el estigma demográfico de la Galicia interior. Un censo de apenas 1.500 vecinos, de los que alrededor de novecientos son pensionistas, deja la situación a las claras. Este domingo, sin embargo, los veraneantes parecían haberse esfumado como por arte de gracia. «Escusas buscar xente, hoxe non se sae nin polo pan», avisa un hombre desde la ventana de su casa.

No vive muy lejos de la residencia de mayores de la fundación San Rosendo, afectada por un brote masivo de coronavirus. El contagio de la mitad de los 118 internos y de ocho de los trabajadores, solo veinticuatro horas después de un primer positivo de una empleada que reside en Monforte, motivó el pasado jueves la intervención geriátrico por la Xunta de Galicia. Desde entonces, falleció un residente en el propio centro y dos más que habían sido trasladados desde O Incio al Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA).

El miedo a una propagación de los contagios se ha extendido entre los vecinos. Por la capitalidad del municipio apenas se ve circular al tractor municipal que realiza trabajos de desinfección en las calles y a la patrulla de la Guardia Civil. A veces,son las sirenas de alguna ambulancia las que rompen el silencio que impuso el coronavirus en esta localidad. Más que nunca, auguran malas noticias. «Cando pasa a ambulancia é que levan algún a Lugo ó hospital», dice una vecina que no quiso perderse la misma dominical.

Personal del Sergas

Personal sanitario y del área de geriatría del Sergas tomó el jueves las riendas de la residencia en la que se produjo el brote de covid-19, que había quedado a salvo de contagios en la oleada inicial de la pandemia que obligó a decretar el estado de alarma. Según los datos que dio a conocer ayer la Consellería de Política Social, hay 56 positivos entre los internos, uno menos que el sábado debido al último fallecimiento en el HULA. Entre los trabajadores, siguen siendo ocho los contagiados por coronavirus.

Desde el momento en que se dispararon los positivos en la residencia, fue activado un protocolo para evitar la propagación del virus. Los internos contagiados fueron separados de los que no lo están. Los primeros ocupan las habitaciones de la primera planta del edificio y los que no tienen el virus están realojados en la segunda. La plantilla también fue dividida en dos grupos que no se mezclan entre sí. Unos atienden a los residentes que dieron positivo y los otros a los demás. Los trabajadores contagiados permanecen aislados en sus domicilios. Algunos son vecinos y residentes en O Incio.

De momento no trascendieron nuevos positivos entre los contactos de usuarios y trabajadores de la residencia, a la que además de familiares de los internos se desplazaba con frecuencia personal del centro de salud. El Sergas procedió desde el jueves al confinamiento de todos aquellos vecinos susceptibles de haber resultado contagiados.

La misa dominical se mantuvo y reunió a una veintena de fieles

El servicio de ayuda a domicilio permanece suspendido temporalmente en O Incio. El alcalde, Héctor Corujo, promulgó esta medida el pasado jueves a través de un bando municipal, ante la magnitud del foco de coronavirus de la residencia de O Incio. Desde que se levantó el estado de alarma, no hay ningún otro centro privado en España que haya tenido que ser intervenido por ese motivo por la administración. Para evitar contagios, la ayuda domiciliaria en O Incio solo se presta en casos de extrema vulnerabilidad y las trabajadoras que la prestan se someten a pruebas periódicas.

También el jueves, y a través de la cuenta de Facebook del Ayuntamiento de O Incio, el alcalde comunicó a los vecinos que había solicitado a la Consellería de Sanidade «que practique probas PCR a toda a poboación para tratar de atallar este brote canto antes». Al mismo tiempo, se decretó la suspensión «de toda actividade lúdica, cultural e deportiva» y de las ferias y mercados.

La jornada de feria prevista para el sábado no pudo celebrarse y ayer solo se vio algo de vida en las calles en la entrada y salida de la misa dominical, que se mantuvo y reunió a una veintena de fieles.

Desde la tarde del sábado, cuando trascendió el fallecimiento de un tercer residente, se produjeron al menos otros dos traslados de usuarios de la residencia de O Incio al complejo hospitalario de Lugo. Este domingo circularon rumores sobre el fallecimiento de un cuarto interno, que no fue confirmado por la Consellería de Sanidade.