La cuenca de los ríos Miño y Sil empieza a entrar en prealerta por sequía

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El embalse de Belesar guarda en estos momentos 490 hectómetros cúbicos de agua, el 74% de su capacidad máxima
El embalse de Belesar guarda en estos momentos 490 hectómetros cúbicos de agua, el 74% de su capacidad máxima ALBERTO LÓPEZ

Los últimos seis meses llovió en Monforte un 13% menos que la media habitual

29 abr 2023 . Actualizado a las 18:35 h.

El arranque del año hidrológico en la cuenca del Miño y el Sil invitaba al optimismo. Este invierno nada hacía pensar que en el 2023 habría que hablar de sequía, pero si no llueve antes del verano no va a quedar más remedio. Tras las lluvias del otoño y de la primera parte del invierno, el grifo parece haberse cerrado y el balance empieza a ser negativo en algunas zonas de esta cuenca. La situación está todavía lejos de la alerta que se dibuja en el centro y el sur de la Península, pero hace falta que llueva para despejar el temor a otro año seco.

El último informe disponible, que recoge datos actualizados a finales del mes de marzo, recoge que tres de los seis sistemas hidrológicos en los que los técnicos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil están en situación de prealerta. El Sil inferior, el Limia y el Miño Alto presentan índices de escasez de agua que superan los normales, aunque en los tres casos todavía por muy poco.

El sistema del Sil Superior, el Miño bajo y el Cabe están aún en índices dentro de la normalidad. En el caso del Cabe, sin embargo, está justo en el límite de pasar también a situación de prealerta.

Esta situación es el resultado de la evolución de las precipitaciones en el primer tercio del 2023.

El año hídrico 2022-2023 empezó muy bien porque las precipitaciones se generalizaron a partir de noviembre y la lluvia cayó con intensidad suficiente como para terminar con casi un año de muy poca agua que había llevado a los ríos a un estiaje extremo y a los embalses a unos niveles inusualmente bajos.

El punto culminante de esta racha de lluvias llegó en el cambio de año, con unas precipitaciones tan intensas que provocaron crecidas en todos los ríos e inundaciones como no se veían desde el invierno del 2001 en casos como el del Asma en Chantada. Pero desde mediados de enero, las precipitaciones se redujeron drásticamente en toda Galicia.

Los datos no son iguales en todas las estaciones meteorológicas de la cuenta Miño-Sil, pero los de Monforte pueden servir de ejemplo.

En medio del sistema del Cabe, el que está todavía dentro de la normalidad, pero a un paso de pasar a prealerta, en Monforte cayeron durante el primer trimestre del 2023 un total de 77 litros de agua por metro cuadrado. La media de los últimos 10 años es de 239, así que los valores de este año 2023 están un 32% por debajo de lo normal.

Pero en el balance completo hay que tener en cuenta también los datos del primer trimestre de este año hídrico, el comprendido entre octubre y noviembre del 2022. En esos tres meses se recogieron en Monforte 395,8 litros de lluvia por metro cuadrado, un 130% por encima de la media, que está en un poco menos de 92 litros.

Sumados los datos del último trimestre del 2022 y los del primero del 2023 resulta que en los primeros seis meses de este año hídrico Monforte suma 472,8 litros, un 13% por debajo de la media, que esta en 543.

Al mes de abril le faltan todavía unos días para terminar, pero ya está claro que en general su balance hídrico va a ser más bien pobre. En el caso de Monforte, la media de precipitaciones para este mes es de 56 litros, pero por ahora van solo 25, un 44% menos.

Los datos de los embalses siguen siendo buenos, con una media del 76% de llenado

Si los balances de lluvia empiezan a dar señales de alerta, los embalses todavía no presentan ningún síntoma alarmante. El volumen de agua embalsada en estos momentos en la cuenca del Miño y el Sil asciende a 2.314 hectómetros cúbicos, lo que representa un 76.37% de su capacidad de almacenamiento. La media de los últimos 10 años por estas fechas es de 2.371 hectómetros cúbicos, el 78,28%, apenas un par de puntos más que ahora.

La comparación con el año pasado tampoco parece preocupante. En esta semana del 2022, los embalses de esta cuenca estaban al 54,75% de su capacidad. Son 22 puntos menos que ahora, pero hay que tener en cuenta que ese fue uno de los años más secos desde que empezó el siglo XXI.

Ninguno de los principales embalses desentona en estos momentos. El de Belesar, el que más agua es capaz de guardar, tiene 490 hectómetros cúbicos, un 74,81 del total posible. Eso son dos puntos por debajo de la media, como la media del conjunto de esta zona.

El verano para regar

En cuanto al embalse de Vilasouto, de especial importancia para las previsiones de la agricultura este verano en la comarca de Monforte, está al 80,95 de llenado. Nada que ver con el agónico 30% que marcaba en esta misma semana del año pasado.

En este embalse, el único de la cuenca Miño-Sil que no está sometido a aprovechamiento hidroeléctrico, no cabe esperar variaciones importantes hasta que empiece la campaña de riego. Vilasouto es el depósito con el que se llena el sistema de regadío Val de Lemos, que normalmente empieza a funcionar en el mes de junio.