Adiós al antiguo dueño de la fábrica de gaseosas Pum

MONFORTE DE LEMOS

Manuel López Baliña, en una fotografía del 2018, con una botella de gaseosa Pum y varias medallas obtenidas por la empresa creada por su familia
Manuel López Baliña, en una fotografía del 2018, con una botella de gaseosa Pum y varias medallas obtenidas por la empresa creada por su familia ROI FERNÁNDEZ

El empresario Manuel López Baliña fue responsable de una popular fábrica de refrescos de Monforte, fundada y regentada por su familia desde 1888

04 feb 2023 . Actualizado a las 20:33 h.

El empresario monfortino Manuel López Baliña falleció ayer ayer en la ciudad de A Coruña, donde residen tres de sus cuatro hijas y en la que vivía desde hace tiempo. El funeral se celebrará a las cinco de la tarde de este viernes en la iglesia parroquial de A Régoa —en Monforte— y después se llevará a cabo el entierro en el cementerio municipal. La comitiva fúnebre saldrá a las cuatro y media del tanatorio Raúl en dirección a la iglesia. 

Manuel López Baliña, que también estuvo a cargo de una administración de lotería, fue el último responsable de la fábrica de gaseosas Pum, un producto de elaboración local que durante mucho tiempo gozó de una amplia popularidad en Monforte y en todo el sur lucense. La empresa fue fundada en 1888 por su abuelo, Amador López Espinosa. Más tarde fue regentada por su padre, después por él y finalmente por una de sus hijas, aunque en esa última época la firma ya no producía gaseosas y se limitaba a la distribución de productos elaborados por otras empresas.

Según recordaba Manuel López Baliña en una entrevista publicada en este diario en el 2018, la empresa llegó a producir 5.000 botellas de gaseosa al día en sus períodos de mayor actividad. «Nuestra fábrica fue la segunda embotelladora de gaseosas más importante de la provincia tras la Revoltosa de Lugo, que era una firma nacional y no una empresa local como la nuestra», señalaba. En esas etapas, la firma llegó a dar trabajo a trece personas, aunque algunos de estos empleos eran temporales y se limitaban a las temporadas de mayor demanda, es decir, los meses más cálidos.

La empresa monfortina también elaboró agua carbonatada de sifón, así como refrescos de naranja y limón, pero estos otros productos no tuvieron tanta popularidad. «Lo que más tiró del negocio fue la gaseosa», apuntaba el empresario. La bebida se elaboró siempre de acuerdo con una fórmula ideada por el fundador de la firma y fue galardonada con numerosos premios en diversas ferias y exposiciones industriales. El primero de ellos lo recibió en Gijón en 1899. La fórmula, según explicó Manuel López Baliña en la referida entrevista, no estaba registrada en ningún lugar. «Hoy solo está apuntada en mi cabeza y en la de mi mujer, y seguramente morirá con nosotros», añadió. Cuando traspasaron la empresa, dijo por otro lado, se la ofrecieron al siguiente propietario, pero este no la quiso porque no tenía previsto fabricar gaseosas y solo le interesaba ocuparse de la distribución.