El adiós a la presa cambia por completo el aspecto del Cabe en A Pinguela

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

La demolición está ya completada, como comprobaron este miércoles sobre el terreno el alcalde de Monforte y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil

07 sep 2022 . Actualizado a las 20:13 h.

La reforma de las orillas y el cauce del Cabe en torno a la antigua presa de A Pinguela llevan dos meses en marcha y les queda otro tanto para terminar. Con su ecuador recién pasado, ya se empieza a ver con claridad cómo quedará todo este tramo del río cuando el proyecto haya terminado. El resultado cambia por completo el aspecto de esta zona, con la recuperación como área verde y de paseo de de unos terrenos que en su mayor parte eran intransitables. El alcalde de Monforte, José Tomé, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, José Antonio Quiroga, visitaron las obras este miércoles.

Lo que Tomé y Quiroga vieron en esta visita tiene poco que ver con lo que había cuando a finales de junio empezaron estas obras, planeadas y financiadas por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, de acuerdo con el Ayuntamiento de Monforte, que aportó sus propuestas en la fase de diseño del proyecto. El río tampoco está ya como hace solo diez días, cuando hubo que parar el trabajo porque el desvío de caudal del río para facilitar las obras obligó a evacuar de urgencia la fauna piscícola y provocó la muerte de algunos ejemplares de trucha. Ahora ya está muy avanzado el desbroce de las orillas. Y sobre todo, ya está terminada la demolición de la presa.

La desaparición de esa presa, una barrera de hormigón de cerca de cien metros de longitud que tenía más de sesenta años de antigüedad y estaba visiblemente deteriorada, supone un cambio profundo en la fisonomía de esta parte del río. El objetivo general del proyecto es sustituir esa vieja presa por otra de uso regulable e integrar toda esta zona y la laguna anexa en el Parque de Covas, la zona verde construida en esta parte del paseo fluvial. El resultado será una zona de recreo de tres hectáreas de superficie.

Tras la supresión de la presa, ahora toca definir los límites del cauce y empezar a construir la nueva. Estará unos metros aguas arriba de la actual pasarela del paseo fluvial. Como fue anunciado en su momento, estará construida de forma que las compuertas se puedan desmontar en invierno para que al agua corra libre cuando hay caudal suficiente e instalar de nuevo en los meses de estiaje. Así se garantiza que esta parte del Cabe mantenga todo el año agua suficiente para evitar que se seque la laguna.

Porque la laguna es un elemento fundamental del proyecto de regeneración de este tramo del Cabe. Sus orillas ya están desbrozadas, en una retirada selectiva de elementos vegetales que erradicó no solo la maleza que impedía caminar alrededor de la laguna, sino también algunos chopos de gran tamaño y otras especies botánicas consideradas foráneas o invasoras. También está ya limpia de maleza toda la orilla del Cabe desde la curva que hace el río al final del barrio de Carude y hasta el punto en el que estaba la antigua presa. Los desbroces llevados a cabo en los últimos diez días ya dejan ver con facilidad la laguna desde las zonas próximas, al contrario de lo que ocurría antes, cuando los árboles de gran tamaño y la maleza la mantenían poco menos que oculta.

En su recorrido de este miércoles por la zona de obras, el alcalde de Monforte recalcó que este proyecto va a suponer «un antes e un despois para a lagoa do Parque de Covas, que estaba degradada». Tomé agradeció además la buena disposición de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que financia íntegramente el proyecto. Por su parte, el presidente de este departamento dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica confirmó que las obras avanzan a buen previsto y que las previsiones actuales pasan porque estén terminadas antes del 30 de octubre.

Para eso, todavía queda mucho trabajo sobre el terreno. Entre otras cosas, falta delimitar los taludes de las orillas, que serán estabilizados mediante una empalizada de troncos. Tampoco ha empezado todavía la construcción de la nueva presa y está igualmente pendiente la retirada de sedimentos orgánicos acumulados en la base de la presa durante los 63 años que permaneció en pie.

Una de las tres presas urbanas del Cabe en Monforte

Las obras en marcha en A Pinguela han supuesto la desaparición de una de las tres presas urbanas del río Cabe a su paso por Monforte. Construida en 1959 por iniciativa de una familia que consiguió permiso para utilizar el agua del Cabe para riego de terrenos agrícolas, la presa se rompió en el 2016 a causa de una crecida del río. Al año siguiente, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil completaba el procedimiento de caducidad de la concesión. En junio del 2022 empezaron las obras de acondicionamiento de toda esta zona, que incluyen la construcción de una presa nueva, unos metros aguas arriba de la anterior y que solo embalsará agua cuando el caudal sea escaso, para permitir que la laguna que hay en esta zona siga recibiendo agua. Las obras que empezaron a finales de junio y terminarán en octubre fueron adjudicadas por la confederación hidrográfica a la empresa Vipeca Obras y Servicios por 567.568 euros, lo que supone una rebaja de casi 100.000 euros sobre el presupuesto inicialmente previsto.