«Por mí como si llueve, sol ya tenemos de sobra en Madrid»

CArlos Cortés / Daniel Portela Otero / christopher rodríguez / A. G. MONFROTE, BAIONA, CARNOTA / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El arenal de Boca do Río, en Carnota, recibe a multitud de visitantes.
El arenal de Boca do Río, en Carnota, recibe a multitud de visitantes. Sainza Pardal

Principales destinos turísticos de Galicia reciben miles de visitantes este verano, pero perciben un consumo más bajo

31 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las calles abarrotadas y las playas repletas de gente, al sol. Esa es la tendencia en Baiona, que todos los veranos aumenta su población con visitas puntuales o estancias que duran toda la época estival. En el Concello estiman que de las 12.300 empadronadas, Baiona pasa a tener una población diaria que va de 35.000 a 40.000 personas. «Tenemos mucha población flotante, es decir, visitantes a diario», explica el alcalde, Carlos Gómez. En mayo, dice, alcanzaron su récord histórico de ocupación y en junio, los niveles se mantuvieron alrededor de un 70 %, con los albergues al 90 %.

El Parador de Baiona se distingue por su ubicación privilegiada como una excepción al resto de alojamientos. Lo subraya su subdirector, Sergio Pena. La fortaleza histórica está a niveles de ocupación del 90 %, sin aumentos significativos respecto al año pasado «por su situación privilegiada». Respecto al restaurante, perciben cambios en los hábitos: «Antes de la pandemia, la tendencia era quedarse más en el establecimiento, y ahora sí que se ve compensada en la disminución de la gente alojada con los cubiertos de paso».

Un grupo de peatones cruzan desde la playa en Baiona, el pasado viernes.
Un grupo de peatones cruzan desde la playa en Baiona, el pasado viernes. Xoán Carlos Gil

En una esquina de Elduayen 21 convive con un edificio más modesto, acompañado de unas galerías, el Hotel Pinzón. Su dueña, Pura Santos, hace una valoración de su situación: «Regulín, regulín. Sin grandes alegrías. Los fines de semana están al completo, pero la situación en días lectivos es irregular».

Desde los comercios también se percibe esta sensación. Carlos Quintás, vicepresidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de Baiona, apunta a un consumo moderado y «con picos de sierra». Aún no tienen datos del mes de julio, pero, en conversaciones con sus compañeros del gremio, la sensación es esa: «Mucha gente, pero poco gasto». Es prudente en su respuesta porque, en lo que resta de verano, la situación está abierta a cambios.

«Nos agobian el calor y las aglomeraciones, esperamos no tener mucho de ninguna de las dos cosas»

No parece que la Ribeira Sacra vaya a ver una avalancha de turistas como la del 2021, pero tampoco hay dudas de que va a tener un buen verano. «Parece que este ano vai ser máis tranquilo, pero é que o 2021 foi tremendo», explica Manuel Guerra, uno de los profesionales de la oficina de turismo de Monforte. Lleva semanas viendo llegar cada vez más visitantes. Igual que trabajadores de la hostelería como Ángel Díaz, que sin entrar en comparaciones con el 2021 constata que este ha sido uno de los mejores meses de julio para la Ribeira Sacra. Ángel Díaz trabaja en el centro de Monforte, en una cafetería con hotel anexo que ayer tenía ocupadas sus 50 habitaciones.

No lejos de allí, los madrileños Emiliano Pecharromán y Concha Bloise están sentados en la terraza de un bar con vistas al Campo da Compañía y al colegio de los Escolapios, una de las postales más reconocibles de Monforte. Acaban de llegar y nunca habían estado aquí. «Nos agobian el calor y las aglomeraciones de gente, así que estos días esperamos no tener mucho de ninguna de las dos cosas», dice él. ¿Y qué pasa si se nubla? «Por mí como si llueve —contesta ella—, sol ya tenemos de sobra en Madrid». Tampoco necesita mucho sol Juan Quintana, madrileño también pero buen conocedor de la Ribeira Sacra. Casado con una mujer de raíces monfortinas, lleva sus once años en pareja gastando aquí sus 30 días de vacaciones. Y está encantado. «De Galicia me gusta todo, de la alimentación al clima», resume.

Terrazas llenas de clientes, este sábado, en Monforte.
Terrazas llenas de clientes, este sábado, en Monforte. CARLOS CORTÉS

Tampoco son recién llegados María Luisa López y Richard Bal, los dos criados en París y ahora residentes en Madrid, pero ella oriunda de Quiroga. Hace ya un tiempo que pasa en Galicia casi todos los fines de semana entre mayo y noviembre. «Y no tenemos pensado venir menos, si acaso vendremos aún más», dice ella riéndose.

Los chiringuitos de playa, con más trabajo hasta el 15 de agosto

Carnota es uno de los principales destinos turísticos que visitantes de Galicia y España, y sobre todo de sus grandes capitales, están eligiendo para disfrutar de las vacaciones. Los arenales, chiringuitos y establecimientos hosteleros de la localidad reciben una elevada afluencia de personas, especialmente los fines de semana y festivos.

Tras el éxito del verano pasado en el extenso arenal de Carnota, con una multitudinaria asistencia de turistas gallegos, estos meses estivales tampoco están defraudando a negocios y vecinos. De ello es ejemplo David Siaba, regente del chiringuito de la playa de Boca do Río, que además de destacar la gran presencia de veraneantes de todos los rincones de la Península explica que la difusión dada a este arenal ha favorecido la afluencia en temporada alta, que dura en torno a un mes: «En esta zona el trabajo se concentra principalmente entre el 15 de julio y el 15 de agosto. Durante todo el mes tenemos mucha gente del interior de Galicia, sobre todo de Santiago. También vienen bastantes personas de Madrid y Barcelona».

Hasta aparcacoches

Debido a la masiva afluencia de visitantes, encontrar aparcamiento en el entorno de la playa se convierte en una auténtica odisea. Tanto es así que hasta hay aparcacoches. Personal contratado por el ayuntamiento para ordenar la jungla automovilística. El encargado de esta labor es José Manuel Mariño.

Explica que en Boca do Río hay espacios habilitados para unos 200 turismos: «Temos un amplo dispositivo de xestión do tráfico e do aparcamento pola gran cantidade de xente que recibimos cada día. Moitos optan polo turismo de caravana cuxo estacionamento é gratuíto aquí».