Monforte celebró bajo la lluvia la tradicional festividad del Martes de Pascua

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

Por tercer año consecutivo, los actos tuvieron lugar en la iglesia de A Régoa

19 abr 2022 . Actualizado a las 18:32 h.

Por tercer año consecutivo, la iglesia de A Régoa fue hoy escenario de las celebraciones del Martes de Pascua de Monforte, una tradición cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XVI. Al igual que pasó en el 2020 y el 2021, la festividad no se pudo celebrar en la iglesia de San Vicente do Pino, que está cerrada por obras desde finales del 2019. Por el mismo motivo, las tradicionales ceremonias de la renovación del voto y la bendición de los campos tuvieron lugar en el atrio de A Régoa y no en la capilla del Campo da Virxe, su lugar habitual.

La celebración empezó con una misa que se ofició a partir de las once de la mañana y a la que asistieron —además de numerosos vecinos— representantes de la corporación municipal y responsables de las fuerzas de seguridad local. Como ya había pasado en los dos años anteriores, los oficios religiosos incluyeron ruegos por todos los afectados por la pandemia, pero esta vez también hubo un recuerdo para las víctimas de la guerra de Ucrania. Y además se hicieron votos para que este sea el último año en el que la festividad no se puede celebrar en la iglesia de San Vicente. Al terminar la misa, la imagen de la Virgen de Montserrat, patrona de Monforte, fue llevada en andas al exterior del templo para llevar a cabo la procesión. El recorrido se limitó al atrio de la iglesia y se dio la circunstancia de que en ese momento empezó a llover de forma moderada.

Voto y bendición

En este mismo recinto, el alcalde José Tomé manifestó ante el párroco Rafael Mella su compromiso de seguir celebrando esta festividad y la de la Virgen de Montserrat, en las fiestas patronales de agosto. Seguidamente, el párroco esparció agua bendita con un hisopo para bendecir los campos del valle de Lemos.

La imagen de la patrona fue después llevada de regreso a la iglesia. Antes de entrar el templo, siguiendo la tradición, los portadores hicieron oscilar la imagen ante la puerta principal del templo en lo que se conoce como «bailar a Virxe». La celebración terminó con la reinstalación de la imagen en el lugar que ocupa provisionalmente en la iglesia de A Régoa, donde permanecerá hasta que pueda ser restituida a la de San Vicente. Un regreso que todavía no tiene una fecha marcada.