Fallece el exfutbolista y entrenador Guillermo González

La Voz

MONFORTE DE LEMOS

Guillermo Rodríguez, en su etapa de entrenador, en un partido del Bóveda
Guillermo Rodríguez, en su etapa de entrenador, en un partido del Bóveda G. Sotelo

Nacido en Bóveda, jugó en el Lugo, el Ensidesa, el Viveiro y el Rubián. Tenía 71 años y llevaba varios días hospitalizado

07 abr 2022 . Actualizado a las 16:09 h.

El exfutbolista y entrenador Guillermo González Rodríguez falleció el martes en Lugo a los 71 años de edad. Permanecía ingresado desde hacía varios días en el HULA a raíz de una afección cardíaca que se había agravado en las últimas semanas. El entierro será este miércoles en Rubián, en el municipio de Bóveda, localidad de la que era natural. La comitiva fúnebre saldrá a la cuatro y cuarto de la tarde del velatorio del Tanatorio Raúl, en Monforte, en dirección a la capilla del Ecce Homo de Rubián, donde será la misa de funeral. Tras el oficio religioso, tendrá lugar una ceremonia de funeral a la que solo asistirá la familia.

Guillermo González era un referente del fútbol en toda la provincia por la gran cantidad de equipos en los que fue futbolista y a los que dirigió posteriormente en su etapa de entrenador. Como jugador militó en el Lugo, Ensidesa, Viveiro y Rubián. Jugaba en posiciones defensivas y, según recuerdan sus compañeros, destacaba por su físico y su entrega en los partidos. «Una de las claves del fútbol actual es, sin duda, la buena preparación física», señalaba en una entrevista publicada en estas páginas en agosto de 1995, cuando era entrenador del Brollón.

En su faceta de técnico entrenó también a las secciones inferiores del Endesa y a los equipos del Xermade, Valadouro, Sarriana y Bóveda. Estuvo además personal y familiarmente muy vinculado al Lemos, en Monforte. De hecho, en su etapa en la Sarriana estuvo a punto de ser fichado para dirigir el conjunto lemista.

Trabajador de Endesa, Guillermo González fue miembro de la ejecutiva de la federación de industria de UGT en Lugo. Apartado ya de los banquillos, se adentró en el negocio de la viticultura como propietario de varias hectáreas de viñedo en la ribera de Vilachá de Salvadur, en A Pobra do Brollón. En los últimos años compaginaba esta actividad con largas estancias en Cuba. Fue a su regreso de uno de estos viajes cuando lo sorprendió la muerte.