Las obras de la iglesia del Colegio de la Compañía empiezan por el altar

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El altar de la iglesia ya fue retirado a fin de dejar espacio libre para levantar por delante del retablo mayor el andamiaje que se utilizará durante las obras
El altar de la iglesia ya fue retirado a fin de dejar espacio libre para levantar por delante del retablo mayor el andamiaje que se utilizará durante las obras CEDIDA

Ante el retablo mayor del templo se levantará un andamio de cerca de veinte metros

07 may 2021 . Actualizado a las 12:19 h.

En la iglesia del Colegio de la Compañía de Monforte de Lemos ya está todo dispuesto para iniciar las primeras obras de rehabilitación que se acometerán en el edificio desde su reciente declaración como bien de interés cultural. Ayer fue retirado el altar del templo y la alfombra que cubre el pavimento de la cabecera, entre otros elementos, a fin de dejar espacio para levantar el andamiaje que se utilizará en los trabajos. La iglesia fue visitada hoy por dos técnicos que examinaron el lugar a fin de decidir la forma más adecuada de realizar esta intervención.

Según apunta el presidente de la Fundación Colegio Nuestra Señora de la Antigua, Javier Agudo, los técnicos llevarán previamente a cabo unas catas en el pavimento para comprobar si puede soportar sin problemas el peso de la estructura. En el 2018 se levantó otro andamiaje en este mismo lugar para limpiar el retablo mayor, pero entonces no fue necesario tomar estas precauciones. El que se va a levantar ahora tendrá mayor peso y ejercerá una presión considerablemente más fuerte, ya que se utilizará para recolocar dos piedras de una dovela -un elemento arquitectónico que sostiene un arco- que quedaron desprendidas inestables a consecuencia del terremoto de Lisboa de 1755. «Para asegurar esas piedras hay que utilizar una prensa que ejercerá presión sobre el suelo a través del andamio y por eso es preciso comprobar antes si el pavimento tiene suficiente solidez», dice Agudo.

Por otro lado, para recolocar y asegurar las piedras es probable que haya que desmontar la parte superior del retablo mayor -tallado en el siglo XVII por el escultor barroco Francisco de Moure-, que tiene cerca de veinte metros de altura. Según explica Javier Agudo, «eso lo tendrán que decidir los técnicos cuando puedan comprobar co certeza el estado en que se encuentran las piedras y para ello tiene que estar levantado el andamio, porque desde el suelo no se puede apreciar». El retablo mayor está coronado por dos escudos con los símbolos del cardenal Rodrigo de Castro, fundador del Colegio de la Compañía. Entre ellos hay otro escudo o medallón, de mayor tamaño, en el que estaban tallados los emblemas de la Compañía de Jesús, que regentó el colegio desde su fundación hasta 1767, cuando esta orden religiosa fue expulsada de todos los dominios de la Corona española. El escudo central está vacío desde entonces, ya que las autoridades de la época ordenaron suprimir todos los símbolos relacionados con los jesuitas que hubiese en el edificio. «Los escudos del cardenal están exentos, es decir, están atornillados al retablo y no forman parte de él, por lo que no será difícil retirarlos si se considera necesario, pero de momento no se puede decir si será preciso quitarlos», dice Agudo a este respecto. En caso de que los haya que retirar, los restauradores decidirán también si será más conveniente bajarlos hasta el suelo mientras duren las obras o bien dejarlos en la plataforma del andamio, convenientemente protegidos.

Protección del retablo

Además de reasegurar las piedras sueltas, en la parte superior de la cabecera de la iglesia se sellarán unas grietas se abrieron igualmente a causa del terremoto de 1755. Dado que los trabajos se efectuarán junto al retablo mayor, será necesario asegurar su protección para impedir que resulte dañado durante las obras. «Todavía no sabemos cómo se protegerá, pero pensamos que se cubrirá con una lona de plástico transpirable, que deje pasar el aire», indica Javier Agudo. «En todo caso, se tomarán las máximas precauciones para prevenir cualquier desperfecto, como debe hacerse con una obra tan valiosa como esta», agrega.

Una intervención que afectará al templo y a un pasadizo que no se reparó desde 1836

Los trabajos previstos en la iglesia del Colegio de la Compañía, además de la recolocación de las piedras inestables y del sellado de las grietas, comprenden la realización de algunas mejoras en la carpintería del tambor de la cúpula para impedir filtraciones de agua hacia el interior. Asimismo, el pavimento de madera y los elementos muebles del templo serán sometidos a un tratamiento de desinsectación.

Las obras, por otro lado, no se limitarán a la iglesia -que estará cerrada por este motivo hasta finales de agosto, según calculan los responsables de la fundación-, ya que también está previsto rehabilitar un antiguo pasadizo que discurre entre los dos claustros del edificio del colegio y que pasa por detrás de la templo. Este espacio, que se encuentra actualmente muy deteriorado, no pasó por ninguna obra de mejora desde el año 1836, según consta en los documentos históricos. El proyecto tiene en conjunto un plazo de ejecución de seis meses y será financiado por la Consellería de Cultura con 420.000 euros.

Limpieza en el 2018

La intervención que está empezando ahora es la más importante que se ha realizado en la iglesia del Colegio de la Compañía desde la limpieza del retablo mayor, que se llevó a cabo a finales del 2018 -bajo la supervisión de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural- y duró alrededor de un mes. Este trabajo fue financiado por un mecenas que quiso mantenerse en el anonimato. La anterior limpieza de esta obra se había efectuado veinte años antes y corrió a cargo de la Xunta.