Una obra deja a la vista el piso original de una vieja calle del recinto amurallado

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El empedrado de canto radado caracteristico del burgo medieval
El empedrado de canto radado caracteristico del burgo medieval CEDIDA

El empedrado de la Rúa Vella permanece cubierto desde hace décadas

04 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El camino que enlaza la plazuela situada junto a la Porta da Alcazaba -denominada de Pescaderías- y los depósitos del agua, en lo alto del conjunto monumental de San Vicente, es en realidad una de las calles con más solera de Monforte. La Rúa Vella, como aún se la conoce, daba acceso en el siglo XII al palacio original de los condes de Lemos. Desde hace unas semanas, su existencia es algo más visible para los que visitan el recinto amurallado. La retirada del escombro acumulado por unas obras recientes dejó a la vista el piso original.

A finales del pasado año se procedió al relleno y explanación de los laterales del supuesto camino para facilitar el paso de maquinaria desde el acceso a los depósitos hasta la entrada de la calle Falagueira. Allí se apilaban los escombros de una edificación abandonada que se había venido abajo doce meses antes. Con vistas a su retirada, se pensó que la Rúa Vella era la opción más funcional. El Ayuntamiento asumió el derribo de lo que quedaba del inmueble y la retirada de los cascotes ante la falta de respuesta de los propietarios.

El empedrado original de la Rúa Vella era visible en el tramo más próximo a la Falagueira, pero la retirada del relleno de tierra deja entrever que podría conservarse en su integridad. Concluida la retirada de escombros, los vecinos se dirigieron en varias ocasiones al Ayuntamiento para solicitar que se adecentase el piso. Después de un largo tira y afloja, solo se actuó en algún tramo. La limpieza corrió a cargo de la empresa a la que se contrato el desescombro, pero también colaboró algún propietario preocupado por la estética del conjunto monumental.

En la Rúa Vella se mantiene el piso de canto rodado característico de las calles del burgo medieval. Aunque dejó de estar habitada en el siglo XVIII, se mantiene en el listado oficial de calles de Monforte. El empedrado original quedó tapado por sucesivas capas de tierra y nadie se preocupó hasta la fecha por su restauración. Los vecinos de la zona monumental sostienen que ahora sería el momento de hacerlo. De momento, sin embargo, la limpieza solo se llevó a cabo en unos pocos metros. Una actuación de más calado se supone que deberá seguir las directrices de Patrimonio.