Largas colas en los bancos y muy poco comercio abierto en Monforte

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El propietario de una tienda de calzado infantil cuelga el cartel de apertura con cita previa en su local
El propietario de una tienda de calzado infantil cuelga el cartel de apertura con cita previa en su local CARLOS CORTÉS

Solo dos tiendas de ropa dieron señales de actividad en toda la zona peatonal

04 may 2020 . Actualizado a las 18:11 h.

«Por fin se ve algo de movimiento en la calle», comenta la dueña de un comercio de la calle Cardenal. De regreso a casa, tras la compra obligada de los lunes, responde a la llamada de este diario. Pasa de las diez de la mañana y su negocio está cerrado. Una clienta le acaba de preguntar por teléfono si va abrir con cita previa. «Si me llaman no hay problema en ir a la tienda, pero para tenerla abierta me gusta cumplir antes todas las recomendaciones. El problema es que hasta mediados de mes no van a poder mandarme lo que tengo encargado», explica.

En esa misma tesitura se encuentran otros negocios asociados al Centro Comercial Urbano (CCU). Algunos encargaron de forma conjunta el equipamiento que figura en los requisitos que se publicaron en el BOE: dispensadores de geles hidroalcoholicos, lámparas de desinfección de ozono, señalizadores de distancias de seguridad... La avalancha de pedidos motiva que los proveedores no se comprometan a entregarlos antes de la según da quincena de mayo. El material más caro llega antes, pero de momento sobran las prisas. «Las cosas no están para lujos», apunta un socio del CCU.

Camino de los dos meses de estado de alarma, la fisonomía del centro de Monforte experimentó un cambio significativo coincidiendo con la autorización de apertura para los comercios de menos de cuatrocientos metros de superficie con cita previa y atención individualizada. Por vez primera desde el inicio del confinamiento, el párking del Parque dos Condes presentaba un número significativo de plazas ocupadas. Las colas en los bancos, habituales a primeros de mes de puertas adentro, se extendían este lunes por las calles del centro.

Vigilancia policial

La patrulla de la Policía Local velaba a pie de calle por el cumplimiento de las distancias de seguridad que recomiendan guardar las autoridades sanitarias. «En general, la gente está concienciada», comenta un agente. No solo había colas frente a las entidades bancarias. En la acera de la calle Roberto Baamonde, una larga hilera de clientes aguardaba pacientemente su turno a la entrada de una ferretería. Cerca de allí, en la avenida de Galicia, la cola de una tienda de productos agrícolas y fitosanitarios llegaba hasta la estación de servicio. Es tiempo de plantar la huerta y la gente se toma a pecho la proclamada vuelta al campo.

El otro pequeño comercio, al menos de momento, se muestra remiso a la reapertura. En toda la zona peatonal este lunes había dos tiendas abiertas: calzados Kukín, en la calle del Comercio, y la tienda de ropa Colorín Colorado, en la plaza de España. También se decidieron a atender al público, más allá de las urgencias, algunas ópticas que debieron adaptar previamente el interior de sus locales a la nueva normativa. En la calle Comercio, la encargada de la Óptica Monforte atendía a los clientes que habían reservado cita protegida por una mampara.

Cerca de la plaza de Abastos, en la calle Doctor Teijeiro, el propietario de una floristería celebraba con un cliente la esperada apertura de las peluquerías. «Eu xa teño vez para decembro», señalaba el comerciante con sorna. No es para tanto, pero en muchos casos las citas para toda esta semana estaban completas en poco más de una hora.