Natural de Monforte de Lemos, era economista y trabajaba como asesor fiscal, pero ante todo era un gran amante del cine
05 dic 2019 . Actualizado a las 08:43 h.Se nos ha ido Luis. Natural de Monforte de Lemos, era economista y trabajaba como asesor fiscal, pero ante todo era un gran amante del cine (la palabra cinéfilo casi se me queda corta). Miembro del cine club Ádega de Vilagarcía casi desde su fundación, del cual fue presidente durante varios años, directivo de la Federación Galega de cine clubes y también de la federación española, cuya labor fu fundamental en la tarea de recuperación -casi habría que hablar de arqueología del cine- de aquellos maravillosos cortos mudos. Algunos incluso anónimos, pioneros del cine español que deslumbraron en el festival de San Sebastián, allá por los años 90.
Amante de viajar, de la buena música y de la buena mesa, ir con él era garantía de buen comer y beber, compañero de aquellas excursiones cinéfilas a Xociviga, en O Carballiño, y a Portugal en los encontros con los irmaos portugueses cineclubistas...
Buen conversador, recuerdo aquellas directivas de Ádega con ángel García, Lolo Carballo, Amando Quintela, Manuel Millán y Carlos Puga, decidiendo la programación de las semanas de cine con toda nuestra pasión. También tuvimos tertulias políticas, pero de una manera transversal, casi como un decorado de fondo sin la fogosidad de las discusiones sobre cine. A fin de cuentas, ars longa, vita brevis.
Apasionado de la nouvelle vage francesa, de la edad de oro del cine italiano, de Berlanga y tantos otros. Escribo esto escuchando la banda sonora de Barry Lindon, de Stanley Kubrick, quizá su película favorita de su director favorito. Espero que, allá donde estés, la continúes admirando. Hasta siempre.