El dueño de los pinos de Moreda: «No son un peligro»

La Voz MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

CEDIDA

03 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los propietarios de la plantación de pinos denunciada por unos vecinos en la parroquia monfortina de Moreda aseguran no tener intención alguna de cortarlos. Ni siquiera después de lo que pasó este sábado, cuando uno de los árboles se rompió y parte de sus ramas cayeron en las casas situadas debajo. Los dueños aseguran que los pinos no suponen ningín peligro, ni para los vecinos ni para las casas.

Esa plantación de pinos fue denunciada hace ya tres años por unos vecinos de las casas situadas en las proximidades, en el barrio de Outeiro. Se quejaban de que los árboles no respetan la distancia de seguridad en caso de incendio con respecto a las casas y que por la forma del terreno pueden caer sobre las viviendas en cualquier momento.

Dicen que exageran

Los propietarios aseguran que los denunciantes exageran. Sobre lo que pasó este fin de semana, ellos sostienen que en realidad solo cayó parte de un árbol, y no exactamente encima de las casas de abajo. «solo fue en el patio de una de las casas y no fueron nada más que unas ramas», afirman. Tampoco están de acuerdo que representen un peligro en caso de incendio, porque asegura que la parcela está limpia de maleza; ni que, a pesar de lo que sucedió este fin de semana, haya un peligro real de que puedan caer sobre las casas.

Esta plantación está formada por catorce pinos plantados por su actual propietario hace aproximadamente cuarenta años. «Los puse -asegura- para purificar el aire en el pueblo, nada más». Él asegura que si pensase que pueden suponer un peligro no dudaría en cortarlos, pero es que está convencido de que no representan un riesgo para nadie. Y además no le consta que el Ayuntamiento de Monforte haya aprobado ninguna resolución que le obligue a talarlos. «Lo que hizo el Ayuntamiento -explica- es notificarme la obligación de que mantenga limpia la finca en la que están, nada más».

El dueño de estos pinos, que prefiere que no se publique su nombre en el periódico, afirma que este sábado fue a Outeiro en cuanto lo avisaron de que había caído uno de los árboles. Y añade que se ofreció a retirarlo con sus propios medios este mismo lunes. Se queja de que los que presentaron la denuncia en el 2016 para obligarle a cortarlos lo recbieron de malos modos. «Me dijeron que no lo retirase -afirma-, que ya iban a venir los bomberos a quitarlo y que me iban a pasar la factura a mí».