La iglesia de San Vicente ya muestra su nueva cara

MONFORTE DE LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Las obras de rehabilitación de los muros exteriores tocan a su fin y la fachada sur ya está revestida en gran parte de mortero y pintura

20 feb 2019 . Actualizado a las 18:59 h.

Las obras de rehabilitación de los muros exteriores de la iglesia monfortina de San Vicente do Pino se alargaron a causa de unas condiciones meteorológicas adversas, pero ya se acercan a su fin. El delegado de patrimonio histórico del obispado lucense, César Carnero, calcula que podrían darse por terminadas la semana próxima si el tiempo se muestra favorable.

En la actualidad, la fachada sur de la iglesia está siendo revestida con una pintura especial -una mezcla de pintura y mortero- en las partes donde ya concluyeron los trabajos de aplicación de un enfoscado para frenar las filtraciones de agua en los muros. La fachada nunca había tenido un revestimiento de este tipo desde que se construyó el templo -en torno al año 1600- y los muros de pizarra sufrían una fuerte degradación después de haber permanecido durante cuatro siglos expuestos a la intemperie. En los contrafuertes de granito, menos afectados por la erosión, se han restaurado los revestimientos de mortero de las junturas para mejorar la impermeabilización y también se practicó una intensa limpieza.

Al enfoscar e impermeabilizar la fachada, por otro lado, se han dejado deliberadamente abiertos unos huecos cuadrangulares, conocidos como mechinales, que fueron practicados cuando se construyó la iglesia a fin utilizarlos como punto de apoyo para levantar andamios de madera en posibles obras. Estos huecos sirven de refugio a una de las pocas colonias gallegas de grajilla occidental (Corvus monedula), un ave considerada rara y escasa. La decisión de dejar abiertos estos refugios de aves fue tomada entre las consellerías de Cultura y Medio Ambiente después de que la Sociedade Galega de Ornitoloxía formulase una petición en este sentido.

Los trabajos de rehabilitación también afectan a la carpintería de las puertas y ventanas. Las puertas principal y lateral, según explica Carnero, datan de principios del siglo XIX y se encontraban en un estado de deterioro muy acusado. En las ventanas hubo que renovar por completo la carpintería, ya que la madera estaba podrida e irrecuperable.