Las bajas temperaturas impidieron fraguar los morteros con los que se protegerá el exterior de la iglesia
22 ene 2019 . Actualizado a las 11:09 h.En la iglesia monfortina de San Vicente do Pino continúan llevándose a cabo las obras de restauración de las fachadas exteriores que empezaron en agosto del año pasado, aunque en principio se preveía que en estas fechas ya estuviesen terminadas o a punto de acabar. El motivo del retraso -según explica César Carnero, delegado de la patrimonio histórico de la diócesis lucense- es el frío intenso que se registró en la ciudad en las últimas semanas, que obligó a interrumpir una parte de los trabajos. «Os morteiros que se usan para reparar as fachadas non fraguan ben coas baixas temperaturas, sobre todo se chegan a cinco graos baixo cero, e por iso houbo que parar as obras e esperar a que mellorase un pouco o tempo», señala.
Los responsables del plan de rehabilitación del histórico edificio esperan que los trabajos puedan concluir en lo que queda de mes, aunque eso dependerá de las condiciones meteorológicas de los próximos días. En la actualidad ya terminaron las operaciones de limpieza e impermeabilización de la mitad de la fachada sur del edificio, de la que se han retirado los andamios que la cubrieron durante los últimos meses. Las obras continúan ahora en la otra mitad de esta misma fachada, así como en la principal y en el exterior de la cabecera del templo. Por otra parte, los trabajos de rehabilitación que se realizan en la fachada principal de la iglesia -orientada al este- son diferentes de los que se realizan en fachada sur.
Granito y pizarra
La primera de estas fachadas está construida con sillares de granito y no presenta el mismo grado de deterioro que la otra, que está hecha en gran parte de pizarra y sufre un fuerte desgaste y numerosas filtraciones de agua. Sin embargo, necesita una limpieza general y la reposición del encintado de los sillares y el mortero de las cornisas, a fin de impedir la entrada de humedad. Por otro lado, en esta fachada había crecido una importante cantidad de vegetación -incluyendo un árbol- que debe ser retirada.
Una vez que hayan terminado los trabajos que se están ejecutando en la actualidad, el último paso consistirá en revestir la fachada sur de una capa de pintura especial que ayude a frenar las filtraciones de agua y que proporcione una coloración uniforme a los muros. La tonalidad de esta pintura, indica César Carnero, no será muy diferente de que se puede apreciar ahora en la parte de la fachada sur que ya está libre de andamios.
En la imagen sobre estas líneas, un aspecto de las obras que se realizan actualmente en la fachada este de la iglesia, donde se encuentra la puerta principal.