Adiós a un actor vocacional y de alma titiritera

La Voz

MONFORTE DE LEMOS

ROI FERNANDEZ

Mario Roldán Hernández falleció en Monforte tras varios años alejado de los escenarios por problemas de salud

02 ene 2019 . Actualizado a las 20:04 h.

El 2019 arranca con una triste noticia en Monforte. Mario Roldán Hernández -actor, director y animador incansable de la cultura popular allá por donde pasaba- falleció a los 55 años en el hospital comarcal. El funeral será este jueves, a las cuatro y media de la tarde, en el cementerio municipal. Una enfermedad que se vio agravada en los últimos meses le había obligado aparcar su carrera profesional, por la que recibió un merecido homenaje en el 2015 en el marco de la Mostra de Cine de Monforte. «Sobre el escenario me siento el hombre más grande el mundo. Me estoy recomponiendo físicamente. Tengo algunas ideas y en cuanto pueda me pondré con ellas», explicaba en una entrevista con motivo de ese reconocimiento.

Mario Roldán se inició en el mundo del teatro en 1982. Por aquel entonces compaginaba los estudios universitarios en Santiago con sus pinitos sobre los escenarios de la mano del grupo de marionetas Trécola. «Yo soy titiritero, de alma titiritera y me formé de actor con un muñeco. Los títeres me dieron una formación como actor. Detrás de un títere siempre hay un actor. Trabajas la parte de mimo y payaso, y eso ayuda mucho en cine», señalaba entonces.

Pronto llegarían los primeros papeles en series de la televisión gallega como Galicia exprés o Mareas vivas. Entre 1991 y 1994 se implicó en un proyecto de cortometrajes inspirados en relatos tradicionales gallegos. Formaba parte de un grupo de jóvenes promesas entre los que figuraba Luís Tosar, con el que el actor monfortino siempre mantuvo una buena amistad.

En octubre del 2016, compartió escenario con el director Dani de la Torre en un homenaje del Cineclube A Calexa a personajes locales que habían despuntado en el mundo audiovisual. Previamente, Mario Roldán se había asomado a las pantallas en largometrajes como Finisterre de Xavier Villaverde, o Los girasoles ciegos y Todo es silencio de José Luis Cuerda.

Trécola no fue su única experiencia en el teatro. También formó parte de otras compañías especializadas en montajes destinados al público infantil como Urgü y Bluff-Teatro do Liló o Tarabuleque Teatro.

En febrero del 2015, se estrenó Entrecans, su primera incursión como realizador cinematográfico. Era el director y guionista de un cortometraje cuyos intérpretes eran actores no profesionales monfortinos.

Una de sus grandes aspiraciones era poder poner en marcha en Monforte algún espacio que permitiese impulsar el aprendizaje en interpretación y la formación audiovisual. Desgraciadamente, no podrá verla cumplida. Su humor siempre contagioso y su desbordante vitalidad quedan ahora en el recuerdo de los que lo conocieron.