Una clienta deja malherido de una paliza al dueño de un bar de Monforte

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE

MONFORTE DE LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

La mujer, que está detenida, alega que el hombre trató de «propasarse» con ella

11 ene 2018 . Actualizado a las 22:33 h.

El propietario de un bar del barrio monfortino de la Estación permanece hospitalizado en estado grave tras un altercado en su establecimiento. El hombre fue atacado por la única clienta que en ese momento se encontraba en su establecimiento, recibió botellazos y golpes con un taburete y una silla que le provocaron importantes lesiones en la cabeza, una fractura en un pie y contusiones por todo el cuerpo. La mujer, que permanece detenida en la comisaría de Monforte, dijo a la policía que el hombre había tratado de propasarse con ella. En el momento en que se produjo el suceso no había nadie más en el bar, así que no hay más testigos que el herido y la detenida.

No se sabe exactamente a qué hora se produjo el suceso, pero la voz de alerta la dio a las cinco de la mañana una vecina que caminaba hacia la estación de tren. Cuando pasó por delante de la Tapería Aturuxo, en la esquina entre la calle Leopoldo Calvo Sotelo y la glorieta Pablo Iglesias, vio que dentro había un hombre tirado en el suelo junto a un charco de sangre. Algunas sillas estaban tiradas y había cristales rotos y otros objetos esparcidos por el local. Además, una mujer deambulaba entre las mesas y la barra con sangre en la cara y en la ropa.

La testigo decidió correr hacia la estación a pedir ayuda. Una vez allí, le contó lo que había visto al guardia de seguridad, que a su vez avisó a la policía. En pocos minutos, llegó al lugar una patrulla de la Policía Nacional y algo después una ambulancia del 061.

Casi al mismo tiempo que la policía, apareció la mujer del hombre herido y también propietaria del establecimiento, que empezaba poco después su jornada laboral. Había salido de su casa a toda prisa porque al despertarse se dio cuenta de que su marido todavía no había vuelto. Extrañada, consultó la imagen que enviaba el sistema de videovigilancia instalado en el bar y vio a la detenida caminando de un sito a otro por el interior del bar.

Tirado boca arriba

Policías y sanitarios se encontraron a la víctima, de 39 años, semiinconsciente y tirado boca arriba en el suelo, con heridas en la cabeza y mucha sangre por todo el cuerpo. Junto a la puerta del bar estaba la mujer que había visto la testigo. Estaba muy nerviosa y lloraba.

Los agentes trataron de preguntarle qué había pasado, pero apenas era capaz de hablar. El agredido fue trasladado en la ambulancia al hospital comarcal. Otra ambulancia llevó poco después a la clienta. La policía la condujo a comisaría después de que fuese atendida por los médicos del hospital de una herida que tenía en la nariz. A preguntas de los agentes, admitió que había atacado al propietario del bar, pero dijo que lo había hecho porque había tratado de «propasarse» con ella. Y admitió que además de pegarle con el mobiliario del bar había llegado a coger un cuchillo, pero lo tiró al suelo sin llegar a usarlo.

La víctima recibió 70 puntos de sutura, y no pudo declarar ayer

El hombre herido en el suceso ocurrido durante la madrugada de ayer en la Tapería Aturuxo pasó esta noche ingresado en el hospital de Monforte. Durante la madrugada del jueves fue operado por la fractura que sufre en un tobillo y los médicos le aplicaron alrededor de setenta puntos de sutura en la cabeza. También le hicieron pruebas para descartar lesiones internas, pero parece fuera de peligro.

Dado el estado en el que se encontraba, la policía tuvo que renunciar a tomarle declaración ayer. Probablemente, los agentes que investigan este suceso tratarán de hablar hoy con él para que les proporcione su versión sobre lo sucedido.

Unas horas antes

La mujer que fue detenida había llegado al bar unas horas antes de que se produjese el suceso. Iba acompañada por su pareja, un vecino de Monforte, y en el momento en que llegaron estaban trabajando tras la barra el herido y una camarera. Había además otro cliente que se marchó poco antes de la una de la mañana. Después de él se fue también la camarera y más tarde el novio de la detenida, de forma que cuando se produjo el suceso ya no había en el interior del establecimiento nadie más que la víctima y la sospechosa.

Revisión y cámaras

Agentes de la policía judicial inspeccionaron durante la mañana de ayer el interior del establecimiento en busca de indicios que permitan arrojar luz sobre lo ocurrido.

Está por ver si será posible recuperar las imágenes captadas por la cámara de vídeo instalada en el local o si se trata de un sistema de vigilancia que solo graba cuando salta la alarma, algo que no sucedió en el momento en que se produjo este suceso.