El corredor se pelea con la arcilla

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

Derrumbe en el talud de terreno arcilloso de A Áspera, ocurrido a finales del 2010
Derrumbe en el talud de terreno arcilloso de A Áspera, ocurrido a finales del 2010 ROI FERNANDEZ

Los responsables del proyecto recurrieron a especialistas en taludes ante los reiterados corrimientos de tierra que sufrió el tramo de Monforte

19 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La construcción del tramo final del corredor Monforte-Lugo encara su recta final. Desde que empezaron las obras en el 2009, el proyecto ha ido sumando retrasos debido a los recortes aplicados al ritmo de inversiones previsto en un primer momento. Pero ya no habrá que esperar mucho más. Estos días empezaba la construcción del último de los siete puentes que faltaba y ayer visitó las obras la conselleira de Política Territorial, Ethel Vázquez. En este departamento de la Xunta apuntan que la carretera estará lista para circular por ella entre septiembre y noviembre. Para entonces, habrán quedado atrás casi seis años de obras y algunos retos técnicos que han dado más trabajo del esperado. Este es un resumen de esas dificultades y de lo que pueden esperar de esta nueva vía de comunicación sus potenciales usuarios.

Cuánto falta

Hasta noviembre, como máximo. La Xunta ya había anunciado que el corredor estaría listo para abrir antes de que termine este año. Los representantes de la consellería afinaron ayer un poco más. El director de obra, Gerardo Pallares, apuntó ayer sobre el terreno, en una intervención ante la conselleira y los alcaldes de Bóveda y O Incio, que las obras deberían estar terminadas entre septiembre y octubre. Preguntada después por los periodistas, la conselleira dio algo más de margen y habló del mes de noviembre como límite. Dijo además que no habrá aperturas parciales (por ejemplo, del tramo de la cuesta de Oural, el único que había quedado sin inaugurar cuando se abrió el de Sarria y que ahora está ya prácticamente terminado). Lo que falta por hacer es terminar el séptimo puente y asfaltar. El firme que se ve muchos tramos es simple cemento pensado para facilitar el movimiento de material de obra. Sobre él habrá que echar todas las demás capas que formarán la calzada final.

problemas técnicos

Terreno inestable en Monforte. Entre Noceda y Bóveda, el corredor tiene que salvar una orografía complicada. De ahí que en solo 9,3 kilómetros necesite siete puentes. Pero la orografía de esa primera mitad de este tramo final no es el principal problema al que se han tenido que enfrentar los responsables del proyecto. Lo más complicado ha sido lidiar con el terreno inestable del valle de Lemos. La arcilla predominante en esta parte del municipio de Monforte obligó a extremar el cuidado en los desmontes y en la planificación de los taludes que quedan a los laterales de la vía de alta capacidad. Gerardo Pallares confesaba ayer que se han visto obligados a recurrir a «los más reconocidos expertos en taludes de España» para que los asesorasen. Y aún así, siguen sufriendo corrimientos de tierra. Hay dos puntos sensibles por la inestabilidad del terreno. En el primero, justo antes de la cuesta de A Áspera, en el límite entre Bóveda y Monforte, se produjeron en los últimos años al menos dos derrumbes importantes que obligaron a rehacer los taludes casi por completo. El segundo está en Ribas Altas, en la zona donde estará el enlace norte a Monforte, el primero de los tres planificados para esta localidad. Aquí sigue habiendo deslizamientos todavía hoy, a pesar de que los ángulos de los taludes se han ido reduciendo hasta el mínimo, lo que obligó a ampliar la superficie de terreno a expropiar más allá de lo inicialmente previsto.

seguridad y velocidades

Curvas para 120 kilómetros por hora. 160 metros. Ese es todo el tercer carril que habrá en los 18,7 kilómetros de corredor entre Noceda y Monforte. Eso sí, toda la cuesta de subida a Oural desde Noceda tendrá tres carriles para evitar atascos. Pero ese trecho pertenece técnicamente al tramo de Sarria y no a los dos que todavía están en obras entre Noceda y A Áspera y desde aquí hasta Monforte. Puede parecer poco, pero hay que tener en cuenta dos factores. El primero es que la nueva carretera tendrá un trazado muy cómodo de conducir, sin apenas desniveles hasta Oural, y con radios mínimos de curva de 1.300 metros entre A Áspera y Monforte y de 1.500 entre Bóveda y Noceda. Está pensado para conducir a 120 kilómetros por hora con seguridad, aunque obviamente la velocidad estará limitada a 100. Además, la densidad de tráfico que soportará será mucho menos que la del tramo de Sarria a Lugo. Según las mediciones más recientes, y teniendo en cuenta que la parte más local una parte del tráfico actual seguirá utilizando la LU-546, la densidad será poco más o menos la que hay ahora entre Monforte y Escairón.

Las principales cifras

Longitud. El tramo Monforte-Sarria del corredor tendrá 27,8 kilómetros, tres menos que la actual carretera LU-546

Costes. Las obras tienen un gasto previsto de 135 millones de euros, de los cuales 83,9 corresponden al itinerario actualmente en obras, entre el pueblo de Noceda (O Incio) y Monforte