El arreglo de la carretera de A Pobra a O Courel lo pagarán las madereras

FOLGOSO DO COUREL

El trasiego de camiones por las talas en la zona quemada levantó varios tramos
01 ago 2023 . Actualizado a las 13:41 h.Desde el otoño se suceden entre los municipios de Folgoso y A Pobra do Brollón las talas en los pinares que ardieron como consecuencia de los incendios del pasado verano. El fuego afectó entonces a cerca de 13.000 hectáreas, la mayoría con ese aprovechamiento forestal, lo que da una idea de la actividad que desenvuelven las empresas madereras. Algunas comunidades de montes se desquitarán de los estragos de las llamas con ingresos próximos al millón de euros por la venta de la madera quemada. La contrapartida son los graves daños que están sufriendo las carreteras de acceso a esa zona de montaña por el trasiego de camiones de gran tonelaje.
«Nalgúns tramos teño que conducir pola esquerda se non quero quedar sen coche», dice una usuaria habitual de la carretera que comunica Parada dos Montes, Salcedo y A Estación de A Pobra do Brollón. Hay baches de casi medio metro de profundidad en ese acceso entre A Pobra y la localidad de Froxán, ya en Folgoso do Courel, una de las zonas afectadas por el devastador incendio del verano del 2022. Las empresas que trabajan en la corta y retirada de la madera realizaron a finales de la pasada semana arreglos en algunos de los socavones. El estado del vial, sin embargo, sigue siendo precario.
«Tapan as fochancas, pero aos poucos días volven estar igual», señala un vecino de Salcedo. En esa localidad y en la aldea de Parada dos Montes, limítrofe con el municipio de Folgoso do Courel, se dirigieron al alcalde de A Pobra do Brollón, José Luis Maceda, para solicitar su mediación. «A estrada está intransitable. Nalgúns tramos, literalmente, xa nin a hai. A titularidade é provincial e o que fixemos foi trasladar esta problemática á Deputación para que adopte medidas con urxencia», explica Maceda. La información de que dispone el Ayuntamiento, en todo caso, apunta a que la reparación de la carretera deberá aguardar por la finalización de las talas.
Cuando acaben los trabajos
Consultadas sobre los planes previstos, fuentes de la Diputación de Lugo confirmaron ayer que se procederá al arreglo de esa carretera «cando rematen os traballos» y avanzaron que los costes de la reparación correrán a cargo de las empresas responsables.
El mismo problema se planteó con anterioridad en la carretera que comunica la parroquia de Saa, propietaria de uno de los mayores montes comunales de A Pobra, con la aldea de montaña de A Veneira de Roques. La empresa encargada de las talas tuvo que suministrar un todoterreno a una familia que reside a medio camino, en Covadelas. A Veneira está deshabitada buena parte del año, pero se rehabilitaron varias de sus viviendas —con la tipología propia de esta zona de montaña— que sirven de residencia para sus propietarios en los meses de verano.
«A xente da zona sabe que hai talas e como está o firme das estradas, pero os turistas non teñen que sabelo e calquera día vai pasar algo», avisa una mujer en Parada de Montes. La retirada de la madera obligó a trasladar hasta los montes afectados por el fuego la maquinaria pesada necesaria para acondicionar accesos que faciliten la retirada de la madera. Muchos miles de metros cúbicos que motivan además continuos desplazamientos de los vehículos de gran tonelaje que transportan la madera a sus destinos.
En las proximidades del escenario de las cortas hay tramos donde la anchura de la carretera no permite que se crucen a un tiempo un turismo y un tráiler. «Deberían poñer algún tipo de sinalización porque o que vén de fóra non ten porque saber que se pode atopar cun camión nunha curva», comenta un visitante que pasa unos días en la zona.
Quiroga dispone de ordenanza y contempla fianzas de 50.000 euros para las empresas
Desde hace años, la Federación Galega de Municipios e Provincial (Fegamp) amaga con la elaboración de una normativa tipo que puedan aplicar los ayuntamientos para compatibilizar la actividad de las madereras con la preservación de las redes viarias. La idea es unificar criterios sobre las condiciones de realización de las talas y la exigencia de avales a las empresas. Sin embargo, esa reglamentación homologable a todos los concellos, que evitaría que cada uno vaya por su cuenta, no acaba de concretarse.
Monforte fue uno de los primeros municipios del sur de Lugo que se planteó la necesidad de regular la actividad de las madereras. En el 2015, antes de la llegada del actual gobierno municipal, se presentó un borrador de ordenanza a los grupos políticos. Entre otras medidas, establecía la obligatoriedad de depositar avales para responder de posibles daños en vías de titularidad municipal. Además de la incautación de las fianzas en esos casos, preveía sanciones de entre 750 y 3.000 euros.
La propuesta nunca fue llevada a pleno y el actual equipo de gobierno es partidario de aguardar por el reglamento de la Fegamp antes de mover ficha. Donde sí disponen de una ordenanza municipal para afrontar este tipo de situaciones es en el municipio de Quiroga, uno de los que reúnen mayor superficie de monte mancomunado de toda la provincia. El alcalde de ese concello, José Luis Rivera, señala que allí trabajan algunas empresas «de absoluta confianza» que responden del cuidado de los viales afectados por las talas. No obstante, la normativa local prevé fianzas de entre 40.000 y 50.000 euros para cortas de cierta entidad.