Vilamor dijo adiós al último aserrador de O Courel

Luis Díaz
luis diaz MONFORTE / LA VOZ

FOLGOSO DO COUREL

Luis dos Poles, manejando la sierra de aire con 89 años, el pasado mes de mayo en Froxán
Luis dos Poles, manejando la sierra de aire con 89 años, el pasado mes de mayo en Froxán PEDRO DA TORRE

Luis dos Poles falleció en su aldea natal a los 90 años, cinco meses después de ofrecer la última demostración de ese oficio perdido

15 oct 2022 . Actualizado a las 11:17 h.

El pasado primero de mayo, fiesta del trabajo, Luis dos Poles se encaramó con casi noventa años a un aparatosa estructura de madera en la aldea de Froxán, una de las joyas etnográficas de O Courel, para impartir una demostración del manejo de la antigua sierra de aire. Los tres metros de largo de esta herramienta, empleada tradicionalmente en la montaña para el corte manual de la madera, obligan al que la maneja a situarse a cierta altura sobre el terreno. El oficio requiere fuerza, destreza y equilibrio para sostenerse sobre el tronco. Para Luis dos Poles, el último aserrador de O Courel, no habrá más oportunidades de compartir los secretos de este arte perdido. Falleció este jueves en Vilamor, en cuyo cementerio recibió sepultura.

Luis Fernández Fernández, Luis dos Poles, nombre este último por el que se conoce su casa familiar de Vilamor, en las proximidades de Froxán, había quedado viudo y vivía solo desde hace tiempo, aunque atendido por una hermana que reside allí. «Hasta hace poco se defendía muy bien. Con nosotros siempre estuvo dispuesto a colaborar. Heredamos de él todo lo que sabemos del aserrado. Era un maestro», dice Pedro da Torre, natural de Vilamor y miembro de la asociación Fonte do Milagro, del vecino pueblo de Froxán.

El pasado 1 de mayo se cumplían veinte años de la primera demostración de corte manual de troncos, que había contado con la participación de cuatro antiguos aserradores. Aquella exhibición, celebrada en la localidad de Ferreirós de Abaixo, corrió a cargo de Manolo do Mazo, Evaristo de Froxán, Santiago de Eiriz y Luis dos Poles, de Vilamor. A los tres primeros se les rindió homenaje a titulo póstumo en la fiesta celebrada este año en Froxán. Luis de Poles, el último aserrador de O Courel, pudo recibir ese reconocimiento en vida. «Estivo con nós compartindo toda a xornada. Estivo aserrando e quedouse ao xantar. Era unha persoa espléndida e que gozaba moito deses bos momentos», rememora Evaristo Méndez, presidente de la asociación Fonte do Milagro.

Desde la demostración celebrada en Ferreirós de Abaixo y hasta el 2010 se siguieron organizando exhibiciones anuales de aserrado de troncos en esa localidad. Durante varios años no volvió a haber ninguna otra muestra, pero más adelante se recuperaron coincidiendo con la Festa da Pisa da Castaña de Froxán. Aunque desde hace mucho tiempo en la comarca no hay nadie que practique este oficio, varios miembros de la asociación Fonte do Milagro aprendieron la técnica tradicional de los antiguos aserradores. La sierra de aire se empleó hasta la primera mitad del siglo pasado, cuando aún salía de O Courel gran cantidad de madera destinada a la construcción de viviendas. «Valía case toda para cortar, castiñeiro, cerdeira, chopo... Era o que se facía para ganar un xornal. Daquela aínda pagaba a pena», explicaba Luis dos Poles, el pasado mes de mayo, en una entrevista concedida a este diario.

Luis dos Poles dominaba el manejo de la sierra de aire y poseía el conocimiento de los ritmos del bosque que garantizaba la duración de las vigas y tablones de madera. «Antes a madeira non se cortaba en calquera tempo, era a lúa a que dicía cando había que facelo», comentaba a La Voz antes del homenaje que recibió en Froxán. En principio iba a ir allí solo para ver si sus aprendices manejaban bien la herramienta y acertaban con el marcado de las líneas de corte, una técnica que requiere maña y mucha práctica. Al final, se subió al tronco para dar la que sería su última demostración.