El fuego todavía está lejos de los tesoros de O Courel

Carlos Cortés
Carlos Cortés FOLGOSO DO COUREL / LA VOZ

FOLGOSO DO COUREL

La bajada de las temperaturas debilita los frentes activos en Folgoso y A Pobra do Brollón y da un día de tregua a los vecinos

20 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Han tenido que pasar cinco días para que los incendios forestales diesen una tregua en la Serra do Courel. Ninguno está todavía extinguido ni controlado, pero la situación sobre el terreno parece menos dramática que los días previos. Aunque sigue habiendo frentes activos tanto en A Pobra do Brollón como en Folgoso, el temido avance del fuego hacia la mitad norte de O Courel no se ha producido. Los incendios seguían este martes lejos de las principales joyas ecológicas de la Serra do Courel. Devesas como A Rogueira, O Cervo o A Escrita, o la cascada de Vieiros permanecen intactas. En todo caso, la cuenta de hectáreas quemadas sigue subiendo. Los cuatro incendios activos desde el jueves pasado en Folgoso y A Pobra se han extendido tanto que ya no se distinguen unos de los otros y la Xunta los da por fusionados. Las últimas mediciones oficiales apuntan a que ese gran incendio ha quemado ya 5.500 hectáreas. Sumadas a las afectadas por los otros incendios más pequeños son cerca de 7.000 hectáreas.

Después de cuatro días de avance descontrolado del fuego por el sur de la sierra, el lunes a última hora de la tarde saltaba otra alarma más cuando la Guardia Civil empezaba a aplicar una orden de desalojo generalizada para el llamado Courel Alto, la zona norte del municipio, que es la que concentra la mayor parte de los lugares de más interés ecológico de toda la sierra. Uno de los frentes del incendio que había empezado en la parroquia de Vilamor avanzaba ahora hacia el norte. Seoane, la segunda localidad de mayor tamaño del municipio, se vaciaba. Y con Seoane prácticamente todas las demás aldeas de esa zona.

Sin embargo, este martes por la mañana el fuego en la línea que lleva a Seoane el fuego no había pasado de acercarse a Mercurín. Allí permanecía activo a última hora de la mañana un foco en una zona escarpada a la que es imposible llegar a pie. En dirección a la Devesa da Rogueira, un tesoro de biodiversidad y el bosque más visitado de O Courel, el fuego más cercano no venía por el sur, sino que ardía por encima de Ferreirós, ya en la zona minera de Quiroga. El avance de las llamas en esa dirección hizo que las empresas que extraen pizarra de estas canteras a cielo abierto detuviesen su actividad el lunes de forma preventiva. En todo caso, si siguen evolucionando en las condiciones en las que lo hacía ayer la opción de que esos frentes alcancen la Devesa da Rogueira parece remota.

La temperatura cayó casi 20 grados

Porque las condiciones ambientales con las que avanzaba este martes el fuego eran muy distintas a las de los días previos. Sigue sin caer ni una gota de lluvia, pero hizo mucho menos calor. La temperatura apenas pasaba de 20 grados a las doce del mediodía, casi la mitad de lo habitual los días previos. Las temperaturas subirán de nuevo este miércoles. Habrá qué ver cuánto suben los termómetros y cómo se comporta el viento para ver si las condiciones meteorológicas siguen ayudando o vuelven a complicar las cosas.

En cualquier caso, en los pueblos del Courel Baixo, duramente maltratados por el fuego, este martes fue un día de respiro. Los incendios ya quemaron allí la mayor parte de las plantaciones de pino y el monte bajo, así que los posibles rebrotes tienen poco sobre lo que avanzar. Después de la conmoción que supuso la destrucción el domingo por la noche de la aldea de Vilar do Courel, este martes volvió un poco la calma. De hecho, los vecinos de trece de las poblaciones que habían sido evacuadas en esa zona ya pudieron volver ayer a sus casas, incluidos los de Folgoso, la capitalidad municipal. Las carreteras vuelven a estar en general transitables. En el vecino municipio de A Pobra do Brollón también volvieron ayer los vecinos evacuados en Salcedo, Parada dos Montes y las demás aldeas de esa zona.